_
_
_
_
Tribuna:DÍA A DÍA
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Castanyes calentes

El profeta Abdías, con bella escultura en el Campanil de Florencia, sólo escribió 21 versículos en el 587 a.C. y ganó la vida eterna, miles de ediciones y, sin ser cristiano, se le festeja hoy. Su libelo de castanya torta es feroz contra los edomitas -¡cuidado con las eses y las os!-, de Edom, el mote de Esaú, enemigo y hermano carnal de Jacob: "El casal de Jacob será un fuego y el de José, una llama, pero el de Esaú será como la paja: lo encenderán y lo consumirán".Pues para liberar de ese fuego eterno a las animetes -¿dónde las almacenarán ahora que han suprimido su seno?- se comían, entre rezos y vinos, castañas (cada una contendría un espíritu). A lo largo del mes de los difuntos, se conocían con mágico boj, en el altar familiar, el hogar: "Uns trauen les castanyes del foc i altres se les mengen". Al calor acudirían los volátiles finados y había que proporcionarles viático en su tránsito. El castaño es sagrado para los druidas y un cosmos engendrador -emblema nuestro de testículos- de frutos nutricios, que encierran la inmortalidad, la resurrección, la esperanzadora maravilla de una vida venidera, "dintre la castanya està la maganya", cada castaña encierra un alma, de árbol.

Por ello, en nuestras calles emergen castañeros, que proclamaban su industria antaño con gritos especiales: "Castanyes calentes i grosses/; qui en vol, ara que fumen?" o el de "Castanyes torrades calentes i bones!", de Alcoy, al que los niños respondían, para enfado del asador, "I el castanyer que les ven/està borratxo d"aiguardent!".

Es la expresión primitiva y popular, lejos del uso elitista: de las confitadas con miel por los griegos, se pasó a las almibaradas de los monasterios medievales, que hacían las delicias de las damas florentinas del Renacimiento y el Barroco francés consagró con el nombre de "marron glacé".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_