La Sala Muntaner ofrece una versión de "L"amant", de Harold Pinter

"Si, libres por fin de barreras externas, Romeo y Julieta hubieran llegado a casarse, ¿cómo hubiera podido sobrevivir su amor dentro del matrimonio?". Ésta es la pregunta que el director ruso afincado en Barcelona Boris Rotenstein plantea en su versión de la obra de Harold Pinter L"amant. Interpretado por Emilià Carilla y Caterina Alorda, el montaje, que se estrenó en Palma de Mallorca en abril, se presenta a partir de hoy en la Sala Muntaner de Barcelona en una coproducción entre el grupo mallorquín Gom Teatre y el propio Rotenstein a través de su compañía, Perestroika -A-Tak."En este espectáculo planteo preguntas como qué y quién es el amante, qué es el matrimonio y qué es el amor", afirma el director, convencido de que el montaje puede resultar atractivo "a todo el público mayor de 16 años, porque el amor es un tema de interés universal". L"amant es una obra que se ha representado muchas veces. Pero Rotenstein defiende que el buen director es el que hace su propia lectura de un texto y sabe traspasarla a sus lectores, y cree que dos versiones bien hechas de una misma pieza deben ser necesariamente diferentes. "Cualquier persona creativa evitaría un clónico, y creo que mi lector sorprendería al mismo Pinter".

El comentario viene al caso por el largo periplo que ha atravesado el montaje antes de llegar a los escenarios. Cuando los ensayos estaban ya avanzados, el teatro Artenbrut adquirió en exclusiva los derechos de la obra y programó una versión interpretada por los actores Mingo Ràfols y Mercè Arànega. "Entonces yo propuse que ambos montajes se estrenaran simultáneamente en salas diferentes, pero no fue posible. En todo el mundo desarrollado se sabe que montar al mismo tiempo dos versiones de una misma obra hace crecer el número de espectadores, pero aquí no se piensa del mismo modo. Y es necesario para el desarrollo de la dirección y para los actores que desaparezca esta estúpida idea de la competencia".

Los diferentes problemas que asolaron el montaje de L"amant dirigido por Rotenstein retrasaron el estreno por espacio de cuatro años. Los actores soportaron la larga espera -una espera activa, invertida en dilatados periodos de ensayos- con la convicción de que la obra acabaría por estrenarse. "Me encanta la obra y tenía necesidad de estrenarla", confiesa Alorda. Su compañero le ve el lado positivo al largo proceso: "Si dentro de unos años nos piden que la volvamos a hacer no habrá ningún problema porque nos la sabemos muy bien. Es como si tuviéramos una obra de repertorio". L"amant podrá verse en la Sala Muntaner hasta principios de enero.