El pabellón de España en la Expo de Hanover parte de la arquitectura sevillana

El pabellón que representará a España en la Exposición Universal de Hanover (Alemania) en el 2000 tendrá "mucha relación con la arquitectura sevillana", adelantó ayer en Sevilla Antonio Cruz, quien firma el proyecto del edificio con su colega Antonio Ortiz."No se trata de que Sevilla esté representada en el pabellón, sino de las influencias generales que hemos recibido nosotros. Por eso, en el edificio las cosas están ocultas y hay que atravesar un espacio hermético para descubrir otro más rico y abierto", explicó Cruz.

El arquitecto sevillano se refirió así al edificio de 5.000 metros cuadrados que representará a España en la exposición alemana y que actualmente está en cimentación. "El visitante se encontrará con un gran cubo forrado de corcho. La entrada se realizará a través de tres de sus laterales que estarán porticados con una multiplicidad de columnas colocadas con cierto desorden. Una vez que se entra, la gente encontrará una plaza interior de 50x50 metros con un techo inclinado y una iluminación muy escenográfica a través de un lucernario", comentó el arquitecto.

Pablo Bravo, comisario general del pabellón de España, explicó que su trabajo consistirá en "llevar a Hanover la imagen real de España". "Somos un país abierto, solidario, moderno, con voz propia en la tecnología y administradores de una lengua privilegiada", aseguró Bravo.

El comisario, que espera que desde el 1 de junio al 31 de octubre del 2000 pasen por el pabellón español tres millones y medio de personas, aclaró que ha dejado de lado una imagen festiva de España y ha apostado por la seriedad, aunque precisó que se ha cuidado el sector gastronómico y ofrecerán una amplia lista de tapas.

Entre los contenidos del pabellón destacó muestras como la que permitirá un diálogo entre el espectador y el hombre de Atapuerca -el primer europeo-, expondrán la tecnología que se desarrolla en el Instituto de Astrofísica de La Palma (Canarias), los transplantes de órganos, la biodiversidad o la importancia del español, lengua que hablan 400 millones de personas en el mundo.