Molina, entrenador de porteros

Entre las novedades de la última convocatoria de Camacho destaca el caso de José Francisco Molina, único portero de la historia del fútbol que sólo ha jugado un partido oficial con su selección, y no bajo los palos, sino como interior derecha. La anécdota no desmerece a uno de los guardametas más modernos de Europa, que ayer se paseaba con el traje de la selección por Barajas con su característico aire reservado y suficiente a la vez. Sustituye en la selección a su compañero de equipo Toni Jiménez, y ayer dijo que le gustaría entrenar porteros cuando se retire.La afirmación es llamativa cuando corren tiempos de crisis en las porterías de España. El caso de Molina sirve de ejemplo de constancia y calidad. Los grandes equipos de la Liga, como el Barcelona y el Madrid, no parecen dar con un titular seguro bajo los palos. La polémica abierta en el Madrid en torno a los errores de Bizzarri es un ejemplo de ello. Y del otro lado, la serenidad de Molina. Ayer, el portero del Atlético previno que sus conocimientos no se perderán con su retirada. "Tengo el título de entrenador regional pero no sé si me gustaría dirigir", aseguró mientras recogía su bolso en Vigo. "Lo que sí haría con gusto es ser entrenador de porteros; es una labor importante, que no se ha valorado en España en su justa medida. Aquí hasta hace unos años el que se ocupaba de los porteros era el segundo entrenador, y en Italia existen preparadores especializados desde siempre".

En el Madrid, hoy en día, el entrenador de los porteros es el tercer ayudante de Toshack. No hay un preparador específico. Pero Molina asegura mantenerse ajeno a los problemas del Madrid en la portería: "No he leído los periódicos", dice. Eterno suplente por detrás de Zubizarreta, Cañizares y, últimamente, Toni, Molina llega a la selección de tapado: Zubizarreta se retiró, Cañizares está lesionado y Toni ha sido relegado a la suplencia en el Atlético.