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Tribuna
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La receta Arsenal

Santiago Segurola

Decididamente el fútbol es una materia dinámica. Ahí está Van Gaal para confirmarlo. Antes tenía un problema indescifrable con Piojo López y ahora se encuentra con un galimatías imprevisto: superar a los equipos que deciden atacar al Barça en el Camp Nou, cosa que no ocurría jamás. El Barça producía tanto pánico a sus rivales que éstos acababan aplastados en su área. La Fiorentina sirve como ejemplo. Pero dos semanas después, el Arsenal se recuperó de una mediocre primera parte para colocar a los defensas a 40 metros de su portero, provocar el retroceso de todas las líneas barcelonistas y cortar todos los circuitos con la pelota. Desde entonces los vídeos echan humo en los despachos de los entrenadores, y no son pocos los que se atreven a hacer lo mismo que el Arsenal. Con bastante éxito, a la vista de los resultados.El meritorio triunfo del Málaga en el Camp Nou estuvo relacionado con una victoria táctica de Peiró sobre Van Gaal. Como no hay discusión sobre la diferencia de calidad entre los jugadores de ambos equipos, habrá que convenir en la importancia de las decisiones del entrenador del Málaga, que no tuvo reparo en medirse con el Barça donde pocos se habían atrevido hasta ahora. Sabedor de las carencias del Barcelona sin el balón, el Málaga se lo quitó con la mayor rapidez posible. Lo hizo con un acoso sofocante en el medio campo, lo más cerca posible del área de Arnau. El resto corrió a cuenta del aprovechamiento de los espacios que generosamente deja la defensa del Barcelona. Antes de los primeros veinte minutos, el Málaga vencía 0-2. Una semana antes, el Deportivo había conseguido la misma ventaja en los primeros 15 minutos del encuentro. Irureta y Peiró utilizaron la misma idea, sin la réplica adecuada del Barça.

Todos los equipos han decidido ahogar a Guardiola y estrangular de esta manera el tejido futbolístico del Barça. También ocurría con Cruyff, pero en aquella época había jugadores inteligentes y completos (Eusebio y Amor) que ayudaban cuando venían mal dadas. Excepto Cocu, ese tipo de jugador no existe en el Barça actual.

Puesto que el fútbol es moda y vídeo, lo más probable es que proliferen los equipos que exploten los carencias del Barça del mismo modo que lo hizo el Málaga. Ahí es donde cobran importancia jugadores como Kluivert. Por su imponente físico, por su facilidad para jugar de espaldas a la portería, para recoger y proteger los pelotazos, Kluivert resulta extremadamente valioso como recurso para vencer la presión en el medio campo. Kluivert es oxígeno en estado puro frente a cualquier incomodidad en el centro del campo. Pero también es decisiva la presencia de un central con categoría para adentrarse en el medio campo y socorrer a Guardiola. Un central capaz de pasar la pelota en corto y en largo, para deshacer la presión rival y garantizar el control de la pelota. Más importante para construir que para destruir. Ese central está lesionado, se llama Frank de Boer, y hoy sería una mina.

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