El brujo de las entrevistas
El Loco de la Colina ha salido a correr mundos. Y ha parado en su tierra, Andalucía. Un nuevo espacio televisivo -El Vagamundo- para su currículo, nuevos ambientes, una luz distinta, otro equipo, otros personajes ¡y qué personajes! y un único género al que le da, "otra vuelta de tuerca": la entrevista. Cara a cara, con cigarro y silencios, pero sin una técnica determinada. El Canal 2 autonómico rescata a Jesús Quintero para que dé vuelta y media a la región cada lunes a las 22.30."Quiero descubrir a los 10 personajes únicos, esos que son irrepetibles, porque Andalucía es más rica y surrelista que Macondo, pero nunca ha tenido un Gabriel García Márquez que la cuente".
Jesús Quintero, sin perder intimidad, quiere ganar en ritmo: por eso, de vez en cuando abandonará su mesa y el espectador podrá verle hablando con la gente en la calle, o en el más allá: "Voy a hacer entrevistas con Paquirri, con Pasionaria, con Lola, con Camarón. Les preguntaré cómo se está ahí arriba o en el infierno" Y de vuelta a la tierra completará con humor sus programas, moviéndose en esa línea peligrosa que deja a un lado lo patético y a otro lo digno. "Una cosa es que el personaje diga cosas que sean un espectáculo y otras que yo busque el espectáculo".
Vean, por ejemplo, lo que opina El Jorobado de Notre Barbate del enorme bulto que corona su espalda: "Yo no soy jorobado, soy cargado de espaldas, porque los jorobados tienen mochila delante y detrás", dice mientras se fuma airoso un cigarrillo que sostiene entre sus uñas pintadas de rojo. Quintero calla, ríe, fuma, y pregunta: "¿Es usted raro, no?". El equipo que repasa las imágenes se desternilla.
Cambio de tercio. Le toca el turno a un personaje que no tiene que buscar entre los contenedores de basura, como el jorobado: Joaquín Cortés. Quintero dispara: "¿Creo que estás aprendiendo inglés, cómo vas?". El bailarín responde que bien, muy bien. "Bueno, entonces sabrás pedir en Nueva York unos huevos fritos con patatas...?" Cortés se pone nervioso, piensa, se retrasa, qué apuro, "bueno, sí". Y por fin intenta un chapurreo que acaba en: "De todas formas si me gusta algo lo señalo y digo que quiero de eso".
Galería de personajes: locos que son listos, estudiantes de día que son travestidos de noche, julietas enamoradas, mitineras sudamericanas, jorobados homosexuales de diálogos imposibles. Quintero afirma que está buscando la tercera vía: una fórmula original, de calidad, que enganche a todos los públicos. "Los programas multitudinarios se asocian a lo vulgar y los de calidad a lo minoritario; tiene que haber una tercera vía".
Para ello adereza sus espacios con gente que va contracorriente, "con quemaos, con desobedientes, con raros"; y los mezcla con famosos, que tienen poder y prestigio, para "componer una ópera" televisiva con entrevistas "humanas, a quemarropa, espectáculo".
Jesús Quintero define el nuevo programa que comienza hoy como un "teatrillo felliniano con compromiso intelectual que puede interesar a mucha gente con sensibilidad: y esos no son sólo los universitarios".
Así pues, siéntense como "si se tratara de cine, nada de levantarse a tomar una cerveza", y vean al bailarín que no sabe pedir huevos con patatas en inglés, al increíble Jorobado de Notre Barbate, a Angelita la Perversa, al hombre que anda para atrás desde pequeño. Pasen y vean. Y vean a Jesús Quintero confesándoles. ¿Cómo? "Los brujos no revelan sus secretos".
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