De encaje de bolillos con El Tigre
El Tigre es listo, muy listo. Y su gente le trabaja muy bien. En el aire, en el vuelo chárter que lo aterrizó en Gibraltar, el número uno del mundo le dijo a sus asesores algo así como "vamos a jugar en España esta semana, ¿qué le puedo decir a los locales?". "España", le debieron de responder, "buena comida, recuerdos de la Ryder 97 también en Valderrama; Olazábal y su Masters; Sergio García, que también sabes de qué va, y... Miguel Ángel Jiménez, el serio del bigote. Ha ganado este año dos torneos, el último este domingo pasado, los dos en España, cerca de su casa, y en el otro que se jugó en su país quedó segundo. Ah, y tiene un Ferrari". OK, debió de responder el Tigre y debió de seguir durmiendo una vez procesada la información.Cinco días han pasado. Ahí está Miguel Ángel Jiménez, Pisha, repantingado en su sillón en la sala de entrevistas. Exactamente en el mismo sitio en el que Tiger Woods cogió el mismo micrófono para responder cuando le preguntaron por España que había que tener mucho cuidado con Jiménez porque había ganado dos torneos en España y había quedado segundo en otro. No dijo nada del Ferrari, porque en realidad no le impresionó; y lo de la cocina española se lo guardó para ayer. Pero ahí está ahora Pisha. Cómodo y estirado. Con un micrófono en la mano. "Estoy más a gusto que un guarro en una charca", dice. Dando la razón al Tigre. Es el líder del torneo. Un torneo importante: los mejores del mundo; un millón de dólares para el primero.
Exagerado el acento de Churriana. Repertorio de expresiones populares y propias, si no. Sobrado. "¿Miedo yo? Ningún nombre me asusta, ni el Tigre ni nadie. Si yo hago mi juego y lo hago bien, ya pueden ellos hacer encaje de bolillos, que yo los he hecho antes". Transmite una seguridad y una confianza en sí mismo exageradas. Qué trabajo de fino psicólogo, dice uno por ahí. Y Montse, su mujer, que también se sienta en la sala y lo oye encantada, más feliz que nunca de que un día se le acercara en un pub de Churriana aquel chaval de pelo intratable (no se acuerda de si ya tenía bigote) y le preguntara: "¿eres veraneante o del pueblo?", y ella respondió y no dejaron de hablar, hasta ahora; pues esa Montse se vuelve y dice "pues su hermano José Antonio es psicólogo, pero ya saben, donde hay confianza da asco. Y todos le decimos a Miguel que se deje trabajar por su hermano, pero no, dice que ya se lo sabe todo". ¿Alguien lo duda? Terminada la exhibición Pisha se levanta, agarra del brazo a su Montse y en el Ferrari se van. Se despide: "Y ahora un bañito, unos pescaítos y a dormir tranquilo".
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