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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Discrepancia

Miguel Herrero de Miñón (EL PAÍS del 23 de octubre de 1999) dice de Maragall que "su proyecto de autogobierno suponía nada más y nada menos que una confederalización del Estado, con lo que tal cosa implica de revisión constitucional". Discrepo porque:a) Maragall califica su proyecto de "federalista". En la labilidad y hasta arbitrariedad de los términos "federación", "confederación", etcétera, parece que la opción terminológica personal cuenta, y hay que respetarla.

b)Con todas las reservas que merezca la jurisprudencia pandectista y su método de reversión (a que Herrero parece acogerse), y por el cual se asignan unos elementos a unas figuras jurídicas y a renglón seguido se pontifica qué "figuras" cuentan o no con tales "elementos", nos atreveríamos a determinar unos elementos en los "tipos" o "figuras" jurídicas a tenor de los cuales el proyecto Maragall es objetivamente federalista.

c) En efecto, parece doctrinalmente imponerse la idea de que uno y otro tipo se diferencian: 1. en el origen y destino, en ser la "confederación" una organización compuesta de libre entrada y salida para las organizaciones componentes, mientras que en la "federación" la entrada es libre, pero la salida, aún con autodeterminación, está sujeta a unos requisitos pactados; 2. en cuanto a los mecanismos de decisión, en la "confederación" se exige la unanimidad de los componentes, mientras que en la "federación" se decide por mayoría, en su caso con distintas ponderaciones de voto; 3. en cuanto a órganos, en la "confederación" basta a veces con una dieta o asamblea de las organizaciones componentes, mientras que en la "federación" el sistema es más complejo, con órganos ejecutivos y doble cámara, de ciudadanos y de unidades componentes, etcétera.

d) El hecho de que el proyecto Maragall, coincidente en este punto con el aprobado por el Comité Federal del PSOE, admita asimetrías en favor de ciertas comunidades históricas como Cataluña no desdice en absoluto el proyecto político conocido como federalismo. No en vano éste intenta casar la unidad con la diversidad. No en vano la Constitución federal más perfecta que se ha elaborado nunca y que la precipitación interna y la injerencia externa se encargaron de enterrar, la yugoslava de 1961, modificada en 1975, distinguía entre varias categorías de componentes.

Deje, pues, mi admirado amigo Herrero de Miñón, que el PSOE, el PSC-PSOE y el programa electoral de Maragall en las autonómicas catalanas tengan una mínima libertad de etiquetado para sus productos y que, después de la degustación, catalanes, ciudadanos de otras CC AA, y en general españoles, decidimos también libremente si los compramos (= votamos) o no.-

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