El Atlético deja de temerse a sí mismo
Los rojiblancos se deshacen del Amica con una goleada
El Atlético parece haber encontrado una pauta de funcionamiento y da la impresión, sólo la impresión, de que ya no volverá a jugar tan mal como lo había hecho esta temporada hasta hace diez días. Ayer solucionó su continuidad en la Copa de la UEFA con los índices de tranquilidad que muestran los equipos que no se temen a sí mismos. No jugó ni bien ni mal -más bien jugó poco-, y ofreció una imagen casi funcionarial. En medio de una niebla densísima, a través de la que poco se podía ver en la fría noche polaca, el Atlético armó una victoria calmosa y rutinaria, lo que tiene doble valor, porque son estas noches -y no los picos más altos del electrocardiograma- las que construyen las buenas temporadas.Probablemente Ranieri y sus hombres se estén riendo ahora de aquella noche brutal del Calderón, hace quince días, cuando el Amica Wronki pareció un equipo duro, físico, fuerte, difícil y todas aquellas cosas que los jugadores y entrenadores latinos dicen de los no latinos (excepto los balcánicos) antes de cada partido. El Amica hizo poco ayer por dar una alegría a los 4.000 aficionados que abarrotaron su pequeño campo: es un equipo tan programado hacia el contraataque que ayer no supo qué hacer frente a un equipo que se le plantó como un espejo. Porque si el Atlético va aprendiéndose los deberes del profesor Ranieri, la asignatura que más se examinó ayer fue la de la espera paciente al error del contrario y aprovechar todo lo que aparezca.
AMICA WRONKI 1
ATLÉTICO 4Amica Wronki: Strozynski; Siara, Kukielka, Bosacki, Peczak, Bajor; Sobocinski (Dubiela, m. 55), Jackiewicz, Davidowski (Sokolowski, m. 46); Kalu (Krol, m. 63) y Krysalowicz. Atlético de Madrid: Molina; Gaspar, Gamarra, Chamot, Capdevila; José Mari, Bejbl, Baraja (Valerón, m. 69), Solari (Aguilera, m. 57); Correa y Hasselbaink (Paunovic, m. 81). Goles: 0-1. M. 29. Hasselbaink. 1-1. M. 33. Jackiewicz. 1-2. M. 44. Capdevila. 1-3. M. 51. Baraja. 1-4. M. 84. Correa. Arbitro: Sandor Puhl (Hungría). Amonestó a Chamot. Vuelta de la segunda eliminatoria de la Copa de la UEFA, disputado en el estadio Amica ante 3.500 espectadores que abarrotaron sus gradas. El partido se jugó bajo una intensa niebla, que a punto estuvo de provocar su suspensión. El Atlético de Madrid se clasifica por el resultado global de 5-1.
Mientras duró el empate a cero, el encuentro pasó como había previsto Ranieri. "No será bonito", había dicho el italiano el martes, y durante media hora, hasta que llegó el primer gol del Atlético, no se equivocó. Hasta entonces había sido un partido parejo en lo malo, con un equipo rácano (el Amica), y otro con pocas ganas de dar alegrías gratuitas a los contrarios (el Atlético). Acertó Chamot,con un autopase muy inteligente hacia el área, se equivocó el central polaco en el rechace, y Hasselbaink rompió el partido. Cuando el Atlético empezaba a acomodarse en la siesta, llegó el empate. Pero el equipo polaco acabó por derrumbarse con el gol de Capdevila.
Es posible que Ranieri, además de encontrar el manual de instrucciones básico, haya encontrado también los once jugadores que quiere. Sobre todo ha encontrado a Baraja, que no sólo cumple su función blocadora sino que es el que más claro tiene el concepto del vacío. Los enormes centrales polacos debieron girarse mil y una veces anoche por los pases que detrás de ellos depositaba Baraja.
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