PÍLDORAS EN VEZ DE BALAS

El monarca sueco, Carlos Gustavo, ha tenido el "viento de la puerta" en las últimas semanas. Primero fue el nuevo presidente de la juventud del partido socialdemócrata, Mikael Damberg, que planteó, con vistas al próximo milenio, que ya era tiempo de "eliminar esa institución (la monarquía) por considerarla antidemocrática y además muy costosa para el pueblo sueco". La propuesta fue planteada como una cuestión de principios, independientemente de la opinión sobre cualquiera de los miembros de la casa real. Es poco probable que la iniciativa pueda prosperar porque hasta ahora el pueblo sueco, incluidos los ciudadanos de convicciones republicanas, han manifestado por lo menos no tener rechazo hacia dicha institución. Pero, de todos modos, se descuenta que la idea no le habrá parecido buena a Carlos Gustavo. Días después, cuando éste se aprestaba a una partida de caza, a la que es aficionado, aprovechando que se había autorizado la eliminación de cierta cantidad de alces que se habían reproducido en exceso, el rey se encontró en el bosque con la perturbadora presencia de algunos miembros de la Asociación de Amigos de los Animales, que portaban pancartas en las que le pedían que en vez de matarlos a balazos (a los alces) les suministrara píldoras preventivas para evitar el aumento de la especie. El episodio no fue el más propicio para la tranquilidad que debe tener un cazador y el monarca no ocultó su desagrado por la acción, que calificó de "ridícula".-