Experiencia sin carisma

Fiel a su estilo, nada proclive a los cambios espectaculares, el primer ministro francés, Lionel Jospin, ha tomado la decisión de correr el escalafón interno y nombrar ministro de Economía al actual secretario de Estado para el Presupuesto, Christian Sautter. Con su decisión, el jefe de Gobierno francés busca garantizar la cohesión del potente equipo económico del Gabinete y dar una imagen de estabilidad y continuidad en un partido socialista en el que tampoco abundan las grandes personalidades económicas.

Protestante, como el propio Lionel Jospin, el nuevo ministro, de 59 años, carece posiblemente de la brillantez y del estilo -entre desenfadado, contundente y audaz- de su predecesor, pero, a cambio, acumula una gran experiencia en la alta Administración y en la docencia, y es un experto en la economía japonesa, un país al que ha dedicado una docena de obras.

Vinculado desde siempre al actual primer ministro, Christian Sautter no es un izquierdista reciclado en la socialdemocracia, sino un viejo militante del Partido Socialista que trabajó en las campañas electorales de François Mitterrand y del propio Jospin, y que conoce por igual a su partido y a la Administración.

Diplomado, como mandan los cánones franceses, en la grandes escuelas de la Administración: la Politécnica, el Instituto de Estudios Políticos, la Escuela Nacional de Estadística, el nuevo ministro ha dirigido la Escuela de los Altos Estudios de Ciencias Sociales y el Centro de Estudios de Prospección e Información Internacionales.

Aunque oficiosamente ocupará el puesto de forma interina, "hasta que Dominique Strauss-Kahn sea repuesto en su buen nombre", los avatares judiciales de su predecesor pueden llevarle perfectamente a acabar la legislatura.

Aparentemente, la salida del anterior titular de Finanzas desequilibra el Gabinete Jospin a favor del otro polo del Gobierno, el que ocupa la ministra de Empleo, Martine Aubry.