El crimen organizado echa raíces

El crimen organizado echa raíces. Madrid, Málaga, Cádiz, Valencia, Alicante, Barcelona y Girona son las provincias que Interior tiene marcadas en rojo: son las que sufren un mayor índice de actividad de estos grupos. Granada "está a punto" de sumarse a esta clasificación. La policía investigó durante el año pasado a 169 bandas de corte mafioso con las que aparecieron relacionadas 5.122 personas.La preocupación del Gobierno es tal que el presidente, José María Aznar, ha sido uno de los impulsores de la cumbre de la UE celebrada el mes pasado en Tampere (Finlandia) para ver medidas contra el narcotráfico, blanqueo de dinero, atracos y redes de inmigración ilegal. Según el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, se creará un órgano específico contra estos grupos que tienen un foco "muy importante" en la Costa del Sol.

La policía rechaza de plano que en España haya organizaciones mafiosas. "Es impropio hablar de mafias. Más de uno puede pensar que aquí pasa lo que ha visto en El Padrino. Y no es verdad", afirma un mando policial.

Fuentes de Interior consideran que contra la criminalidad organizada son precisas medidas de carácter judicial, más que policial. Mayor Oreja, que se congratula de que "por fin se haya producido una reflexión monográfica" en la Unión Europea sobre el asunto, cree que estas bandas sólo podrán ser combatidas eficazmente cuando la UE funcione como un solo Estado y blanqueadores de dinero y narcos sean puestos a disposición de los jueces que les reclaman sin necesidad de pasar el complejo peaje del procedimiento de extradición.

La policía considera que el 8% de las bandas investigadas están compuestas íntegramente por extranjeros y lo usual es que sean mezcla de españoles y extranjeros. Partiendo de esa premisa, divide las redes por nacionalidades a tenor del origen de sus jefes.

Por su importancia numérica, destacan los franceses, que tienen sus bases en la Costa Brava y la Costa del Sol. La policía les considera "gente peligrosa", especializada en atracar bancos y transportes blindados en aeropuertos, además de controlar el tráfico de hachís entre Marruecos y su país. Desde 1996, cinco franceses han sido asesinados en ajustes de cuentas.

Los británicos están radicados en la Costa del Sol. Después de los franceses, son los más numerosos. Durante los dos últimos años, la policía de Málaga ha detenido a 100 sospechosos. Su actividad principal es el tráfico de hachís y el lavado de dinero.

Los delincuentes italianos también usan la Costa del Sol como centro para el narcotráfico y el lavado de dinero. Los "mafiosos de verdad", como señala Jesús Espigares, comisario general de Policía Judicial, son pocos y vienen a España para poner tierra de por medio y evitar la venganza de clanes rivales. Durante los últimos tres años han sido detenidos tres capos de la Cosa Nostra (uno de ellos Pasquale Cuntrera), seis de la Camorra y siete de la N"Dranguetta.

Las mafias rusas son bandas integradas por chechenos, bielorrusos y ucranios. Están establecidas en Alicante, Costa del Sol, Canarias y Baleares. Explotan la prostitución de lujo, la extorsión a otros compatriotas -banqueros y empresarios- y blanquean dinero a través de inversiones mobiliarias y restaurantes.

Las redes albanokosovares están instaladas desde 1996 en Madrid, aunque a partir del año pasado han ampliado sus tentáculos a Andalucía, Castilla y León, Euskadi y Valencia. Son especialistas en reventar a mazazos las cajas fuertes. En lo que va de año han perpetrado 6.000 robos con suculentos beneficios, que envían inicialmente a Alemania.

Las mafias búlgaras han arraigado en toda España, aunque su base es Madrid. Su especialidad es el robo de coches de lujo y vehículos todoterreno. "En menos de 24 horas te sirven el coche que pidas", señala un comisario.

Entre los grupos colombianos, unos sienten debilidad por las joyerías y otros por el tráfico de cocaína. Durante los últimos meses han sido detectadas bandas especializadas en desvalijar pisos. "En Zaragoza han puesto muchas casas patas arriba", dice un jefe de la policía. La llamada mafia turca controla el tráfico de heroína a gran escala. Sus refugios: Madrid y Ciudad Real.