De despachar telas a número 1
Quizá las rebajas se adelanten a hoy en Lanas Alzamora. O quizá ni siquiera se abra la tienda que los padres del nuevo campeón del mundo de 125cc regentan en el centro de Lleida. Sería lógico. El niño de la casa alcanzó ayer el sueño de su vida, aquello por lo que ha luchado tanto en los últimos 10 años, desde que papá le subvencionó las primeras carreras.La de Emilio Alzamora es una historia que se parece a la de muchos otros pilotos. Le gustaba la velocidad y convenció a sus padres para que le dejaran empezar a competir. Dejó pronto los estudios y tuvo que despachar en la tienda familiar, junto a su hermano Josep, para tener la oportunidad de ser piloto. Lo hizo bien y saltó pronto a los grandes campeonatos. Con 21 años corrió su primer Mundial completo, después de haber amenazado al mismísimo Jorge Martínez, Aspar, en el campeonato de España.
Su carrera ha estado repleta de turbulencias, de altibajos, pero Emilio sigue siendo el de antes. Sí, ahora tiene un Golf en lugar de un Clio, pero su mirada sigue siendo igual de limpia, su gesto aún parece tímido y no dice más palabras de las necesarias. También su estilo de pilotaje permanece intocable. Agresivo, con frenadas bestiales, y las piernas colgando porque es muy alto para llevar una 125.
Esta temporada ha sido campeón sin poder sumar ni un triunfo a los dos que ahora refleja su palmarés (el primero en 1995, precisamente en Argentina, y el segundo en Holanda al año siguiente). "No me importa", dice. "Yo soy campeón del mundo". A su lado, como siempre, Dani Amatriaín, el hombre al que ligó su trayectoria en su momento más bajo y con el que ha compartido las épocas más duras, como cuando se precipitó en el salto a dos y medio y estuvo a punto de lanzar su prometedora carrera por la borda.
Más allá, siempre cerca, cualquier miembro del clan Nieto, la familia que le ha convertido en uno más de los suyos, y más desde que sale con Carla, la sobrina de Ángel Nieto, hermana de Fonsi, el piloto de 250cc, y prima de Gelete y Pablete, ambos compañeros de cilindrada de Emilio. A ella se debe que Emilio tenga ahora menos éxito entre las chicas del que tenía hace unos años.
Seguro que ninguno de ellos se pierde la fiesta que se montará en Lleida mañana mismo. El noi es ahora el gran ídolo de la ciudad. Ya no tiene que competir con el equipo de fútbol como le pasó cuando éste estuvo en Primera. Y el año que viene lucirá el número 1 por el mundo, pues piensa continuar corriendo en 125cc.
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