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Un insumiso desertor no logra ser detenido por el Ejército

A pesar de la orden de búsqueda y captura que pesa sobre el insumiso y desertor Carlos Pérez, no logró ser detenido tras dirigirse ayer a la sede de la delegación del Ministerio de Defensa en la Comunidad Valenciana. Pérez acudió a la delegación de Defensa en Valencia acompañado por una treintena de personas, miembros en su mayoría del Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC), quienes portaban una pancarta que rezaba "Ministerio de la Guerra, delegación del bombardeo". Durante varias horas se concentraron ayer frente a la delegación del Ejército en Valencia, pero al lugar únicamente acudieron varios agentes de la Policía Local que instaron a la treintena de personas concentradas, mayoritariamente jóvenes, a desistir en sus intentos de paralizar el tráfico en el paseo de la Alameda.

Más protestas

Tras este acto de protesta, por la tarde medio centenar de simpatizantes del MOC continuaron con sus acciones de protesta antimilitaristas. Esta vez se concentraron ante el edificio del Gobierno Militar de Valencia junto con el desertor catalán Carlos Pérez, que de nuevo trató de entregarse a las fuerzas de seguridad del Estado.

Carlos Pérez fue condenado el pasado mes de junio por el Tribunal Militar de Badajoz a una pena de dos años y cuatro meses de cárcel en la prisión militar de Alcalá de Henares por haber desertado del servicio militar obligatorio. En declaraciones a los medios que se dieron cita en el lugar de protesta, Pérez señaló que el objetivo de los insumisos es provocar una lucha política que cambie aspectos sociales a los que se enfrentan, entre los que citó el presupuesto destinado a cubrir los gastos al Ejército y la industria armamentística. El Ejército "representa la muerte, la represión y el autoritarismo", dijo Pérez, para quien el gasto militar debería ser invertido en "los verdaderos problemas de la sociedad, como el paro, los ataques al medio ambiente y el acceso público a la cultura, la educación y la sanidad". El MOC recordó que en la Comunidad hay cerca de 2.000 insumisos mientras que los casos de desobediencia al ejército suponen 20 del total.

Las acciones de protesta no se limitaron a Valencia. En Bilbao simpatizantes del MOC se concentraron frente al edificio del Gobierno Militar, escenario que eligieron para realizar un acto con tintes reivindicativos y festivos. El también desertor Unai Molinero se encadenó a la verja del Gobierno Militar de Bilbao vestido de bomba humana. Después junto a sus compañeros escenificó una explosión en la que la bomba dejó un rastro de brillantina y humo. En Sevilla, el Movimiento de Objeción de Conciencia tenía previsto también realizar otro acto de protesta pero finalmente los simpatizantes del MOC lo suspendieron.

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