"La idea de recaudar dinero para Liaño no es muy brillante"
En la XII Asamblea de IU de Andalucía del fin de semana próximo, Antonio Romero, si no hay sorpresas, saldrá reelegido otra vez coordinador y también será nominado candidato a la Junta. Hace un año, una buena parte de IU le cuestionaba. Ahora se cierran filas. Él no cree que se deba a los previsibles malos resultados. Es optimista y dice que aporta un "gran coraje"
. Pregunta. Tras las municipales, en su informe político dijo que IU había pecado por un exceso de ética y moral.
Respuesta. Nunca hay un exceso de ética y de moral. Lo que yo decía es que no convenía llevar la ética y la moral a una categoría absoluta, en el sentido de impedir la política cotidiana. Es decir, los discursos morales tienen cierta abstracción y hay que defender la política concreta. IU, sin perder su frescura, tiene que abordar los mismos problemas que los demás, hacer compatible la gestión de lo cotidiano con lo utópico. Y no es fácil.
P. Han sido muy duros con el PA. ¿Será uno de los objetivos de campaña?
R. El PA ha fracasado en lo esencial. Un partido nacionalista tiene que defender la dignidad de Andalucía y sus derechos, pero el PA ha mediado, ha querido templar gaitas con la derecha... No ha puesto como condición para estar en el Gobierno que las elecciones andaluzas fueran separadas de las generales. Lo que han hecho Rojas-Marcos y Pacheco es impresentable.
P. Pero Pacheco dice que si las elecciones son conjuntas, pedirá a sus compañeros en el Gobierno que den un portazo.
R. Ese portazo no tiene credibilidad, cualquier viceconsejero puede sustituirlos en funciones. En mi pueblo se dice que una vez que se va el conejo, ya no vale seguir dando palos en la madriguera. Es decir, si el decreto sale en febrero para que las elecciones sean en marzo, ¿Qué situación hay de diferencia? ¿55 días? Lo que hacen es teatro.
P. ¿El no estar ahora en el Parlamento le resta posibilidades en las elecciones?
R. No, fui parlamentario en dos legislaturas, senador y secretario regional de CC OO del Campo. Conozco Andalucía, me la he pateado. Después, estar en Málaga o en Sevilla no importa: Málaga tiene mucha fuerza. Yo nunca me he quejado del centralismo sevillano como Celia Villalobos, cuyo partido está hasta el moño de eso.
P. ¿Pagaría la multa del juez Gómez de Liaño?
R. No he contribuido a la campaña que Julio Anguita ha puesto en marcha. No he enviado dinero. Respeto la decisión que ha tomado a nivel personal.
P. ¿Pero la comparte?
R. No he colaborado. Estoy de acuerdo con el indulto, pero no he participado en la recogida de fondos, no me parece una idea muy brillante, pero es una decisión personal de Anguita.ISABEL PEDROTE Sevilla
Pregunta. ¿Cree que han recuperado ya parte del espacio político perdido en las municipales?
Respuesta. Hemos logrado salir del varapalo de los resultados. Hubo momentos de desconcierto, pero luego la preparación de la XII Asamblea regional ha sintetizado el nuevo camino en una frase: ni pinza [con el PP], ni imagen de pinza, ni virtual ni de ningún tipo, y tampoco seguidismo al PSOE. Somos una fuerza con programa y alternativa propia.
P. ¿Teme que la XII Asamblea se convierta en un debate de la política de alianzas con el PSOE?
R. Hay debate, pero existe un gran consenso y sitúa el acuerdo de los ayuntamientos en el marco estrictamente municipal. Desde la soberanía de IU la gente entiende el acuerdo para impedir el paso del PP en los municipios.
P. ¿Le restará este acuerdo independencia como futuro candidato a la Junta?
R. A nivel de la comunidad autónoma, no hay preacuerdo y no lo va a haber. Vamos a ir a la campaña analizando el papel del Gobierno de coalición desde una posición crítica y alternativa. Hemos hecho una buena labor en el grupo parlamentario, ha sido una fuente de creatividad política. El balance del Gabinete de Chaves es negativo. Ha tenido una confrontación mediática y de boquilla con el Ejecutivo de la nación, pero no ha recortado las distancias de los grandes indicadores: desempleo, pensiones, gasto por alumnos, vertebración de Andalucía, etcétera. Más bien, ha utilizado la confrontación como cortina de humo para tapar el fracaso de su gestión. La clave está en que Chaves no cree en las potencialidades de Andalucía.
P. ¿Ha sido positivo el relevo en el Parlamento de Luis Carlos Rejón por Concha Caballero?
R. El cambio se hizo porque Rejón se iba a una tarea muy importante federal. Él aspira legítimamente a ser candidato en Córdoba al Congreso. Se está notando el relevo, me están gustando mucho las preguntas de Concha Caballero al presidente y destacaría ese estilo y esa manera de hacer las cosas. Rejón realizó una aportación que siempre se le reconocerá, pero a mí me gusta cómo van las cosas ahora.
P. ¿Le desalienta el mal resultado de IU en las elecciones catalanas de cara a las andaluzas?
R. No creo que lo que ha pasado en Cataluña tenga repercusión aquí. La situación es totalmente distinta. Se ha demostrado en las elecciones municipales que Andalucía es otra cosa, hemos conservado cerca del 12% del voto, tenemos 87 alcaldías, una subida y consolidación en zonas rurales y una pérdida de voto en urbanas. Tendremos los pies en el suelo y nuestras alcaldías van a jugar un papel clave.
P. ¿Firmaría los 13 escaños que tienen en la actualidad?
R. No, hay que salir con ilusión, con ganas. Si la Asamblea me elige, estoy concienciado para salir a luchar. Siempre nos hemos movido entre 9 y 20 escaños, hay un horquilla para que IU sea una fuerza clave de gobierno.
P. ¿Cree que la proximidad electoral forzará un cierre de filas en torno a usted que en otras circunstancias no se hubiera producido?
R. Ha habido mucho crítica, que se manifestará en la XII Asamblea. La gente hablará con libertad, que no se verá reducida o embridada por la cercanía de las elecciones, aunque, claro todo el mundo sabe que hay que actuar con especial responsabilidad cuando se va a comparecer ante el pueblo andaluz. En nuestro caso, esto influye menos que en otros partidos, que cuidan más la imagen electoral que la democracia interna. Nosotros no hemos hecho electoralismo y la gente dice que así nos va. Es necesario compaginar la libertad de crítica con la unidad y la lealtad.
P. ¿Cree que sin elecciones en la primavera se presentaría en la XII Asamblea una candidatura alternativa a usted tanto para coordinador como a la Junta?
R. No lo sé. Ahora hay posibilidades para que eso se haga, si no se hace es porque no se creerá conveniente.
P. ¿Sería una irresponsabilidad plantearlo?
R. Vamos, eso dependerá de la libertad de la organización. No estoy en condiciones de afirmar que habría otra candidatura. No lo creo.
P. En ocasiones se ha quejado de que las discrepancias internas de IU se filtran a los medios sin dar la cara. ¿Hay desconfianza?
R. No, la gente debe decir lo que piensa. La libertad no debe contradecirse con la imagen de unidad ante la sociedad. La misma gente que no quiere dar su nombre, no es porque tema represalias posteriores, sino porque sabe que está haciendo daño a la organización a la que representa. Es legítimo que se discrepe, pero hay mecanismos para cambiar las cosas. No llevan razón quienes se ocultan porque dicen que tienen miedo a represalias. Yo no me he ocultado nunca.
P. Pero es un fenómeno raro.
R. Ocurre en todos los partidos. Pero, además, ocurre en los clubes de fútbol. Es decir, en general hay situaciones soterradas de crítica. Sinceramente, no me gusta esa práctica. Siempre lo he dicho, y no ahora porque sea coordinador general. La gente que quiere ser alternativa no lo será si practica la política del desgaste de la persona a la que quiere sustituir. Sólo se es alternativa si se trabaja constructivamente para que la organización sea fuerte. Es un error.
P. Hace un año a usted lo cuestionaban algunos dirigentes. Ahora menos.
R. La gente cuestiona con alternativa, quizás no encuentren alternativas o crean que se ha mejorado en este último periodo. Yo, desde luego, tengo una ilusión enorme. Sé que cometo errores, y los acepto, pero tengo un gran coraje.
P. ¿Teme que el apoyo a su candidatura a la Junta sea un dardo envenenado por los previsibles malos resultados?
R. No, para mí ha sido un honor. Lejos de un caramelo envenenado, es un caramelo almendrado. Es decir, es lo más dulce que a uno le pueda pasar en la vida. Es un reto, pero yo no acudo para cubrir un trámite con dificultades, y que haya gente que piense que las elecciones van a salir mal y que luego me van a pedir responsabilidades. No, no, no. Nunca me he reservado ni en los momento difíciles ni en los fáciles.
P. ¿Cuándo sacaron 20 diputados, IU perdió una oportunidad histórica de ser determinante en el Gobierno?
R. El pueblo nos dio un respaldo impresionante para que determináramos la política andaluza y acabamos bloqueándola. Eso fue un retroceso para IU porque el electorado no lo entendió.
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