Comienza el duelo Kjus-Maier

El circo blanco se pone nuevamente en marcha. El duelo Austria-Noruega está servido. Los líderes, Hermann Maier y Lasse Kjus, frente a frente en hombres, y la austriaca Alexandra Meissnitzer, sin rivales aparentes tras las retiradas de la alemana Katia Seizinger y la italiana Deborah Compagnoni, en mujeres. En esta última parcela será la única en la que España podrá seguir brillando algo. El esquí español aún está en una larga y difícil recuperación tras largos años en cuidados intensivos, e incluso en el cementerio (en hombres), por la ineptitud de los anteriores dirigentes. La incógnita aún a descifrar es si en el plazo hasta los JJOO de 2002 en Salt Lake City, se puede salir de tanta mediocridad. La federación es optimista con una nueva planificación, pero sólo los frutos lo dirán.La temporada se inicia mañana en la estación francesa de Tignes (antes de trasladarse a EEUU y Canadá) con un eslalon gigante femenino, en el que estarán las españolas Ana Galindo, la que mejores resultados ha logrado (dos cuartos puestos en Sölden 96 y Äre 98), pero que sale de una lesión, la veterana Ainhoa Ibarra, y María José Rienda. Su hermano Daniel, disputará el domingo el gigante masculino. Desde la temporada 1994-1995 no había españoles (que bien poco hacían) en el circuito. Paco Fernández Ochoa se había retirado mucho antes que Blanca.

La Copa del Mundo acapará esta temporada toda la atención del primer deporte de la nieve al no cortarse en febrero, como en los últimos años, por Campeonatos del Mundo (1996, Sierra Nevada; 1997, Sestrieres y 1999, Vail), o Juegos Olímpicos (1998, Nagano). El más regular será no sólo el mejor, sino el único conocido. No se podrán repetir éxitos como los del mítico y ya retirado Alberto Tomba, asombroso especialmente en las citas olímpicas o mundiales, pero irregular en temporadas de Copa del Mundo y ni siquiera brillante en sus patios particulares de eslalon y gigante. Por ello, con más razón saldrá ahora otra vez como gran favorito el polivalente Kjus, aunque su enorme calidad le llevó a ser también el mejor en las pruebas puntuales de los últimos Mundiales de Vail. Fue su gran temporada, pues nadie apostaba porque se pudiera frenar a Herminator Maier, que asombró en la campaña anterior y en Nagano. Pero el austriaco, por primera vez también con problemas físicos, pasó una cura de humildad de la que está deseando ahora tomarse la revancha.