Los socialistas quieren el 40% de las asambleas de las cuatro cajas de ahorros valencianas

El PSPV negociará con el PP una representación, directa e indirecta, en los órganos de gobierno de las cajas de ahorro valencianas del 40%, según fuentes del partido. La división del socialismo valenciano está provocando, sin embargo, la proliferación de interlocutores en esta negociación y algunos sectores del partido temen que las disputas reduzcan la presencia del PSPV y de otros consejeros afines, por debajo del tercio necesario para vetar, entre otras cuestiones, una hipotética fusión entre Bancaixa y la CAM. El vicepresidente José Luis Olivas, se refirió ayer a esta última cuestión en Alicante.

El acuerdo adoptado por la comisión gestora del PSPV-PSOE, que preside el alcalde de Elche, Diego Macià, respecto al proceso de renovación de las cajas valencianas es disponer, directa o indirectamente, de un 40% de los órganos de gobierno de estas entidades, mientras el PP conservaría el 60% restante. Este reparto se correspondería con la actual composición de las Cortes Valencianas, en las que los populares gozan de mayoría absoluta.Otra cuestión diferente es la persona encargada de negociar con los populares la composición de las asambleas. De momento, las familias del socialismo valenciano han trasladado sus disputas internas al proceso de renovación de las cajas. A pesar de que la comisión gestora del PSPV ha delegado en Empar Navarro y Miquel Iborra como interlocutores oficiales, la realidad es que Antonio Moreno, en calidad de portavoz del Grupo Socialista en las Cortes Valencianas, mantiene contactos con el vicepresidente segundo de la Generalitat, José Joaquín Ripoll. Otros miembros del PSPV han negociado su permanencia en el gobierno de las cajas a espaldas de la gestora, y en Alicante, las posturas de Macià, y del secretario local del partido en esa ciudad, Ángel Franco, están enfrentadas.

La caótica situación ha despertado la inquietud en otros sectores del PSPV, que temen que la división socialista reduzca su presencia en las asambleas de las cajas por debajo del tercio necesario para vetar asuntos de gran calado como la fusión entre Bancaixa y la CAM. Para conservar este derecho son necesarios un mínimo de 67 consejeros generales de una asamblea de 200. El propósito de los socialistas es lograr, en alianza con otros grupos como los impositores, los empleados y la entidad fundadora, de 80 a 90 representantes en cada una de las asambleas.

De la fusión de las dos grandes cajas volvió ayer a manifestarse en Alicante el vicepresidente primero de la Generalitat, José Luis Olivas. "Las estrategias de futuro es algo que corresponde a los órganos de gobierno de las cajas", insistió el político. Para Olivas, en el actual sistema económico, caben dos modelos de entidades financieras: aquéllas que tienen por objetivo el mercado internacional, y las que optan por el ámbito regional. "Todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes", dijo.

Consejo en San Francisco

La CAM desplazó el martes a los integrantes de su consejo de administración a tierras californianas para celebrar su reunión ordinaria de octubre. La cita para la sesión de trabajo, ayer por la tarde, era en San Francisco, donde se analizó la cuenta de resultados del tercer trimestre del año y operaciones de tesorería. A la reunión faltaron, al menos, cuatro de los consejeros: el vicepresidente segundo y presidente territorial de Valencia, Antonio Gil-Terrón, el académico Andrés Pedreño, el empresario Aniceto Benito y el ex presidente Román Bono.

Es la segunda ocasión en que el consejo de la CAM se reúne en el extranjero. La primera vez fue en Nueva York, hace dos años, y coincidió también con la antesala del proceso de renovación parcial de la asamblea y órganos de gestión.