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El PP fracasa en la búsqueda de apoyo a su política fiscal en Vitoria

La política económica que el Partido Popular quiere desarrollar en las principales instituciones alavesas donde gobierna -el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación- sufrirá la próxima semana el primer revés. Si el PNV y los socialistas, principales grupos de la oposición, mantienen sus posturas en esta materia, rechazarán el proyecto de ordenanzas fiscales preparado por el PP en el consistorio. Al gobernar en minoría, y teniendo en cuenta las diferencias de criterios entre la propia oposición, la fórmula más factible consiste en prorrogar la norma, un extremo que el PP sopesa desde hace semanas.Las ordenanzas se pueden considerar como el preludio del debate sobre el presupuesto municipal, puesto que regulan buena parte del capítulo de ingresos que obtendrá el año próximo el Ayuntamiento. A su vez, el comportamiento de los grupos en el consistorio puede ejercer influencia en lo que ocurra en los presupuestos de la Diputación, donde el PP también gobierna en minoría con Unidad Alavesa.

En lo que a ordenanzas se refiere, las posiciones de los grupos parecen rígidas. Los socialistas anunciaron ayer que presentarán una veintena de alegaciones al proyecto presentado por el concejal de Hacienda, Javier Maroto. Su objetivo es "redistribuir" las cargas económicas con unas pautas más sociales. "En los criterios somos tajantes, rígidos", anticipó el portavoz socialista, Jesús Loza. De este modo, su apoyo al PP se antoja imposible.

El PNV también ha criticado el proyecto de los populares. Recuerda sus compromisos electorales de congelar los impuestos y las tasas municipales, de modo que ha adelantado su rechazo a la propuesta del PP, que apuesta por subir un 2% -lo mismo que el IPC previsto- el impuesto de circulación y gran parte de los servicios municipales.

La opción de la prórroga

Si estos rechazos se mantienen, el PP no tendrá opción de sacar adelante sus ordenanzas. Ante esa situación caben dos salidas: o la aprobación de un proyecto alternativo -que pudiera partir de la oposición- o la prórroga de la norma actual durante el próximo año. Esta segunda posibilidad es la más factible, dadas las diferencias entre el PNV y los socialistas para aunarse en un proyecto común. Entre los dos grupos suman 12 concejales, con lo que necesitarían sólo dos votos más para sacar adelante una propuesta alternativa.

Jesús Loza ve "muy complicada" esa posibilidad porque, en su opinión, los criterios peneuvistas en cuanto a las tasas municipales "pasan al PP por la derecha". A su juicio, los nacionalistas quiere congelar el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) y el IAE (Impuesto de Actividades Económicas), sin actualizarlos siquiera con la subida de la inflación. Si ésa es su posición, será difícil un acuerdo". No obstante, el portavoz socialista entiende que el perfil de sus reivindicaciones "se ajusta al de varios partidos".

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