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RUGBY Copa del Mundo

El Sur sigue existiendo

Suráfrica-Australia y Nueva Zelanda-Francia, que pudo con Argentina, serán las semifinales

El Sur sigue existiendo en el rugby...y mandando. Después de tres Copas del Mundo ganadas por Nueva Zelanda, Australia y Suráfrica, las tres selecciones alcanzaron las semifinales de la cuarta edición del torneo con una claridad meridiana. El cuarto invitado será esta vez Francia, aunque sólo por obra y gracia del sorteo favorable por su tercer puesto en la pasada Copa. Tuvo ya el grupo más favorable, al evitar a los tres grandes y ayer se impuso al único rival batible del sur, Argentina, 47-26. Australia pasó ya el cabo de Gales el sábado, 24-9, y también ayer Nueva Zelanda venció a Escocia, 30-18, y Suráfrica, en el partido más comprometido, a Inglaterra (cuarta en 1995 tras perder con Francia, 19-9), 44-21. Las semifinales serán Suráfrica-Australia, el sábado y Nueva Zelanda-Francia, el domingo, ambas en Twickenham (Londres).Los Springboks despejaron en París todas las dudas sobre sus actuaciones previas a la Copa, e incluso en ésta. Maniataron de tal forma a Inglaterra que si Fiyi había sido ante ella en la repesca de cuartos de final el miércoles (45-24) un rival de gran juego, pero con defensa de mantequilla, Suráfrica se convirtió en una muralla infranqueable.

Récord de De Beer

A partir de ahí, especialmente en la segunda parte, la exhibición individual, que también puede darse en rugby, pero sólo por el fruto de un tremendo trabajo colectivo (el mayor de cualquier deporte de equipo), vino del medio apertura Jannie de Beer. Marcó nada menos que 34 de los 44 puntos de su equipo. Todos, menos los 10 de los dos ensayos. Transformó ambos (4 puntos), pasó cinco golpes de castigo (15) y, sobre todo, cinco drops (15), patadas en juego tras dejar botar el balón, un auténtico récord del mundo. En media ahora apenas, De Beer, que precisamente juega en el equipo inglés Sale, hundió a sus rivales, que tras intentar por todos los medios, en delantera o a la mano con la línea de tres cuartos, penetrar inútilmente en la defensa de los Springboks, veían cómo en cada presencia en su campo De Beer les machacaba sin piedad. Quizá les falló también la forma física ante un contrario más descansado (que se clasificó directamente para cuartos de final como campeón de su grupo). Pero además de De Beer, el zaguero Montgomery también se ocupó de tener el balón siempre en campo inglés para forzar faltas, que supusieran golpes de castigo, o melées, a cuya salida estaba el implacable apertura. Los Springboks incluso aprovecharon un error y un bote favorable del balón para lograr sus dos ensayos. Inglaterra se conformó con siete golpes de castigo, seis pasados por el apertura Grayson y otro por su sustituto en el minuto 56, Wilkinson. Sin ensayo alguno.

Nueva Zelanda no tuvo problemas ante Escocia (que jugó en su Murrayfield), aunque se relajó en la segunda parte. Pero comenzó tan arrolladora que le sobró. Un 17-0 a los 20 minutos, mitad del primer tiempo, fue elocuente. Le perjudicó la lluvia para tener una mayor precisión, pero los All Blacks siguen siendo los principales favoritos. No sólo ensayó Lomu y volvió a asustar con sus percusiones (aunque mostró también su debilidad al controlar balones), sino todos. Nueva Zelanda practica el rugby total y hasta el zaguero Wilson se permitió llevar a cuatro escoceses colgados antes de lograr el primer ensayo.

En Dublín, Francia también empezó con un 17-0, pero los Pumas mostraron sus garras nuevamente y resistieron hasta un 33-26 a siete minutos del final.

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