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Los críticos de EA apuestan por una colaboración estratégica con el PNV

El sector de EA crítico con la dirección ya se ha estrenado en lo que se adivina como una dura disputa precongresual mostrando su fuerza propia en la elección de compromisarios y el perfil diferenciado en los debates de las ponencias. Este sector mantiene una oposición radical a la ponencia de organización y ha presentado numerosas enmiendas a la ponencia política, en las que defiende que EA tiene un espacio propio, pero propugna como eje prioritario de su política una alianza estratégica con el PNV.

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La enmienda a la totalidad a la ponencia de organización interna que se está debatiendo junto a la oficial en las asambleas municipales de EA no es el único punto caliente del debate precongresual en el que está inmersa esta formación política, que celebra su V congreso los días 21 y 22 de noviembre. Además de oponerse a la ponencia oficial de organización interna que consideran "centralizadora" -la ha redactado el vicesecretario general, Rafael Larreina- y proponer como alternativa unos estatutos "participativos", este sector de militantes ha plantado batalla en la ponencia política, aunque no de forma tan radical, sino mediante numerosas enmiendas de adición y sustitución.Este sector que se autodenomina "renovador" y no "crítico" coincide con el oficial en plantear que EA tiene un espacio propio en la política vasca, pero se muestra partidario de establecer una alianza estratégica con los peneuvistas para fortacer un núcleo de centro, capaz de ejercer como agente aglutinador de la sociedad vasca, frente a las fuerzas centrífugas que se desarrollan desde los extremos del arco político.

Los renovadores aseguran que una alianza EA-PNV constituye "el eje prioritario sobre el que descansa el entramado institucional vasco" y debe ser el impulsor de la renovación del nacionalismo y abrirse a nuevos sectores si combate el distanciamiento que la política tiene de la realidad y se acerca a los problemas reales y diarios de los ciudadanos.

Se trata de una llamada al realismo político frente al aventurismo en el que están embarcados los partidos nacionalistas. La propuesta viene desde los sectores que han estado más cerca de la gestión pública y que, sin ser críticos con el Pacto de Lizarra que propició la tregua de ETA, se muestran un año después reticentes con el "seguidismo"de HB que ha caracterizado a la política del acuerdo nacionalista.

Aunque el núcleo inicial de los renovadores esté en Guipúzcoa, el territorio donde EA tiene mayor implantación, además de que se encuentren entre ellos miembros de su ejecutiva provincial, éstos no se limitan a esta provincia. Los apoyos que los críticos han obtenido, hasta ahora, entre ellos en las agrupaciones de Amurrio y Vitoria en Alava, así como sectores institucionales de Navarra y Vizcaya, hacen prever un congreso complicado.

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