COMPETENCIA Y PRECIOS MÍNIMOS

El trabajo de una prostituta es como el de un deportista de alta competición o una modelo de pasarela: poco duradero y muy intenso. Trabajar hasta la edad habitual de jubilación es prácticamente impensable, así que las mujeres tienen que estar bien pagadas para poder retirarse con dignidad cuando llegue el momento. Éstos son los planteamientos de la asociación holandesa defensora de los derechos de las prostitutas, Rode Draad, que ha lanzado una campaña para convencer a las chicas de que no trabajen por menos de 75 florines (poco menos de 6.000 pesetas) a la media hora. Según Pascal, portavoz de la asociación, los precios se han puesto por los suelos desde que empezaron a llegar las emigrantes ilegales de Latinoamerica, África y últimamente de los países del Este, "que trabajan por cualquier miseria". El servicio que hace 20 años costaba 4.500 pesetas se puede negociar hoy día hasta por la mitad del precio. Las chicas que no quieren trabajar por debajo del mínimo recomendado por la asociación se reconocen por la pegatina que han colocado en sus ventanas, en la que junto al precio se señala con grandes letras que el IVA ya está incluido.- ,