Nueva York respira

El IPC de Estados Unidos se ajustó a las previsiones de los analistas, con un incremento del 0,4% para el mes de septiembre, y la Bolsa lo celebró por todo lo alto, dejando atrás los temores a una versión actualizada del crash de octubre de 1987.La Bolsa española vivía una mañana agitada al anunciarse, finalmente, la fusión del Banco Bilbao Vizcaya y Argentaria, pero sin que esto se tradujera en una explosión de júbilo y, mucho menos, en un incremento importante de la contratación. Para los inversores, ésta es otra fusión en la que, de momento, no hay nada a ganar, puesto que se trata de un simple canje de acciones del que nacerá una entidad más grande.

La publicación del IPC de Estados Unidos coincidió con las expectativas del mercado, que celebró su acierto con una subida de más de 200 puntos en el índice Dow Jones. No obstante, al cierre, Wall Street sólo logró ganar 88,70 puntos (0,88%) para quedar en 10.204,90.

El dato del IPC no es bueno en sí mismo, pero el mercado ya lo había asumido y los inversores se dan por satisfechos. La subida de la Bolsa de Nueva York animó al conjunto de los grandes mercados europeos, que lograron subidas superiores al 2%, con la excepción de la Bolsa española, que ganó el 1,16% en el índice de Madrid, y volvió a poner el acento en las diferencias de comportamiento de esta economía con las del resto de la UE.

La contratación del mercado continuo fue de 177.603 millones de pesetas, 1.067,41 millones de euros. Esta cifra contó con el apoyo de la salida a Bolsa de Amadeus, que negoció 25.627 millones de pesetas, y una aplicación sobre 8,12 millones de acciones de Repsol, que aportó otro tanto.

El mercado de deuda vivió una sesión muy agitada, con una subida inicial de la rentabilidad del bono a 10 años hasta el 5,65%, pero al final de la sesión se dejaba llevar por la bonanza general y la rentabilidad bajaba hasta el 5,59%.