Salva, el goleador diez

Dicen los delanteros que el gol siempre es cuestión de rachas. Pues bien, está claro que Salvador Ballesta, jugador del Racing que encabeza la tabla de máximos goleadores en Primera, ha entrado en una de ellas. Tras lograr cuatro tantos en Anoeta, Salva suma 10 en siete jornadas.Salvador Ballesta Vialcho nació en Zaragoza hace 24 años. Muy pronto, por motivos laborales de José Antonio, su padre, residió en Madrid, Murcia y Sevilla, donde llegó con 11 años. Y fue en la capital andaluza en donde comenzó su tardía y particular fiebre por el fútbol. Su primer deporte, para el que se entrenó en serio, fue el tenis. Pero hace siete años decidió cambiar de deporte. "Mi profesor de tenis me recomendó el fútbol. Probé con el Madrid durante una semana y me contestaron que ya me llamarían", recuerda el futbolista, que se comprometió con el Sevilla al no recibir respuesta blanca.

Tras pasar por las categorías inferiores, Salva debutó en Primera en 1995. Finalizó la temporada en el Écija y retornó en la etapa de Camacho, jugando 34 partidos en los que marcó 13 tantos. En la temporada 97-98 se proclamó campeón de Europa con la selección sub-21, si bien las lesiones le pasaron factura. Un problema de pubis le impidió jugar más de 14 encuentros en la siguiente campaña, materializando tan sólo tres goles.

Su fichaje por el Racing llegó hace dos temporadas. Salva, al que incluyeron una cláusula inferior a los 2.000 millones de pesetas, iba a llegar de la mano de Tsartas. El contrato del griego se truncó al no acceder el Racing al traspaso de Munitis. Una nueva lesión, esta vez en el ligamento lateral de la rodilla, le apartó cinco meses de los terrenos de juego. Sin embargo, este año comenzó en plenitud de condiciones y le han bastado siete partidos para derribar varios récords. En toda la historia de la Liga, nadie había transformado cinco penaltis en las primeras cuatro jornadas; nunca un futbolista del Racing había marcado tantos goles en tan pocos partidos y, finalmente, ha conseguido cuatro goles en un mismo encuentro. "Después de todo lo mal que lo he pasado durante dos años, ahora, en frío, por fin noto que todo el tiempo que he estado sacrificado en los gimnasios, intentando en solitario superar las lesiones, ha merecido la pena". Hijo de un piloto de combate, Salva vuela ya directo al éxito.