La batalla electoral baja al metro Transportes de Barcelona culpa a la constructora GISA de una avería El Gobierno catalán acusa a la compañía del metro de impedir reformas

Se fue ayer la corriente en la línea 4 del metro. Varias estaciones estuvieron sin servicio durante más de 12 horas. La avería fue provocada por los técnicos de GISA, empresa que gestiona las obras de la ampliación de la línea hasta Trinitat Nova. El motivo fue, según un portavoz de TMB, las prisas del Gobierno catalán por hacer caso a Jordi Pujol y lograr que la estación funcione antes de la jornada electoral del 17 de octubre. Desde el Gobierno catalán se asegura que la dirección del metro está haciendo todo lo que puede para impedirlo. El servicio estuvo interrumpido hasta casi las 17.00.

"Pujol dijo el otro día que Trinitat Nova no funcionará hasta después de las elecciones", recordó ayer el director general de Transporte de la Generalitat, Enric Ticó. En su opinión, la avería que ayer se produjo en el metro sirve para poner de manifiesto la serie de obstáculos que, desde la administración de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), se oponen a la inauguración de la estación de Trinitat Nova.Esta nueva estación fue visitada el pasado 1 de octubre por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, quien lamentó que no estuviera en funcionamiento. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, le replicó que no podía funcionar porque no estaba acabada. Debía de ser verdad, porque en la madrugada de ayer, técnicos de GISA intentaron conectar el sistema de seguridad y señales de las nuevas instalaciones a la red antigua. El resultado fue fulminante: dejó de funcionar todo.

La versión de TMB sostiene que los técnicos cruzaron los cables y conectaron entre sí los que no debían, lo cual produjo una avería que afectó a tres estaciones. "Trabajaron mal y luego hubo que deshacer lo que habían hecho y hacerlo bien", afirmó el portavoz de la empresa municipal.

Miquel Àngel Dombriz, ingeniero del Departamento de Política Territorial, admite que se pudo producir un error en la conexión: "Es una posibilidad; la verdad es que no conozco las causas exactas", pero en su opinión el asunto es otro: TMB está poniendo trabas a los trabajos. "La dirección, no los técnicos", precisa. Y añade que la empresa del metro ha impuesto a sus técnicos que hagan el puente festivo del Pilar para aplazar los trabajos en la nueva línea. Ticó agregó que estos impedimentos son por voluntad de los socialistas que gobiernan en el Ayuntamiento, mientras que el portavoz de TMB aseguró que todo ello es "simplemente mentira". Éste, tras afirmar que no iba a entrar en la polémica, añadió: "Los hechos son objetivos, el metro no ha funcionado durante 12 horas porque GISA ha hecho mal las pruebas y ha reventado el sistema".

Joan Serratosa, directivo de GISA, explicó que se produjo un problema de "compatibilidad entre los sistemas de las estaciones del metro" y rechazó hablar de una avería. GISA asegura que que para ellos la nueva línea está prácticamente lista y que podría entrar en funcionamiento la próxima semana, como pidió Pujol, si la dirección del metro quisiera. El portavoz de TMB tildó la pretensión de "insostenible".

"Las obras iban a ser realizadas durante las noches de ayer, hoy y mañana. Luego, una vez comprobado que todo esté en orden, todos los convoyes de la línea circularán por ella sin pasaje durante 15 días. Siempre son 15 días, menos en la línea 2, en la que fueron 45 por tratarse de nueva tecnología. Es así por seguridad. Esto equivale a poner la línea en funcionamiento a finales de octubre".

La previsión inicial es que la obra estuviera terminada a mediados de noviembre, pero GISA pretendía entregarla esta misma semana. Sus representantes aseguraron ayer que no había inconvenientes. TMB, en cambio, asegura que la obra no está terminada. Anteayer mismo remitió a GISA una carta en la que reseñaba las partes inacabadas.