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PLANEAMIENTO EL CONSEJERO HABLA DE "EXCESO DE CELO" DE LOS TÉCNICOS

Modrego modifica desde Medio Ambiente el plan de la Ciudad de la Luz que redactó en Urbanismo

Paradigma de la contradicción: la Consejería de Medio Ambiente, que dirige Fernando Modrego, ha dictado una declaración de impacto ambiental que obliga a la Consejería de Urbanismo a modificar el Plan especial de usos e infraestructuras de la Ciudad de la Luz de Alicante, documento que se elaboró en la pasada legislatura bajo la estricta supervisión del subsecretario de Urbanismo, que no era otro que el propio Modrego. El informe obliga a proteger la flora y yacimientos arqueológicos y paleontológicos, modifica canalizaciones y hasta varía el trazado de viales.

Los alegantes no daban crédito, el gobierno local mantuvo su costumbre de no opinar, y el afectado justificó la situación por un "exceso de celo" de sus funcionarios, que se ve obligado a asumir. La Consejería de Medio Ambiente, a través de su Dirección General de Planificación y Gestión del Medio, ha aceptado parte de las alegaciones presentadas por grupos políticos, ecologistas y particulares contra el Plan especial de usos e infraestructuras de la Ciudad de la Luz de Alicante, documento vital para el desarrollo del proyecto que, ahora, tendrá que modificar la Consejería de Urbanismo.La declaración de impacto ambiental del Plan especial estima "aceptable" el proyecto, pero exige el cumplimiento de 10 condicionantes, que vinculan el planeamiento. Entre las medidas correctoras introducidas destacan la ampliación en 100.000 metros cuadrados del territorio no urbanizable de protección paisajística, la modificación del trazado de las canalizaciones y depósitos de suministro de agua potable, de riego y marina, y el respeto a las vías pecuarias y escorrentías naturales del Cerro de Colmenares, lugar elegido por el Consell que preside Eduardo Zaplana para construir el complejo lúdico.

Otros condicionantes se traducen en meras recomendaciones, como la de conservar un ejemplar de encina localizado justo en la zona de la montaña que se urbanizará, y la protección de los posibles yacimientos arqueológicos, etnográficos o paleontológicos que puedan aparecer durante las obras. En ese paraje se localizaron hace años huellas de alto interés científico de mamíferos del plioceno, concretamente de osos que vivieron en el Cerro Colmenares hace tres millones de años.

El informe de impacto se adentra en la ordenación del territorio exterior a la reserva de suelo de la Ciudad de la Luz, y ordena que sea modificado el trazado de la nueva N-332 para que el vial no atraviese el saladar de Agua Amarga, que los técnicos de Medio Ambiente protegen pese a que el catálogo de zonas húmedas no ha sido aprobado en las Cortes. "Ha habido un exceso de celo de los técnicos", remarcó el consejero de Medio Ambiente, Fernando Modrego. "No tocaba estudiar ese vial porque no se incluye en el plan, pero lo asumo", dijo.

Las correcciones imponen, de facto, una modificación del Plan especial que en la anterior legislatura supervisó el propio Modrego en calidad de subsecretario de Urbanismo. El hoy consejero se confesó "sorprendido" por el contenido del informe, que no supervisó, pero adelantó que "no hay inconvencientes" en variar el planeamiento para superar los condicionantes que exigen sus técnicos.

Los portavoces del PSPV y EU en el Ayuntamiento, José Antonio Pina y José Luis Romero respectivamente, destacaron las contradicciones en las que incurre la administración autonómica. "Cabezonería del PP aparte, está claro que el lugar elegido para la Ciudad de la Luz no es el adecuado", dijo Romero. "El paraje se debe proteger", señaló el socialista Pina.

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