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Reportaje:

Conexión con el futuro

Que vivimos en la era de las telecomunicaciones es una afirmación que nadie se atreve a discutir a finales del siglo XX. El próximo milenio llevará aparejado un desarrollo aún mayor de aquellos aparatos y sistemas que hace sólo 100 años pocos alcanzaban a imaginar. Hoy, hablar de Internet, de redes de sistemas, de televisión por cable, en definitiva de la comunicación a distancia resulta más que habitual. Es imprecindible. La gran cantidad de datos, de información al fin y al cabo, que circula por debajo del asfalto de nuestras calles es impresionante. Un fallo en la conexión provoca, cuanto menos, tales quebraderos de cabeza que minimizar los riesgos se ha convertido en una necesidad. "Cada vez hay mayor densidad de cables, cada vez hay más aplicaciones para esos cables, y la forma de gestión de los cables es importante". Quien así se expresa es Andrés Mondragón, responsable de Mondragón Telecomunicaciones, una empresa ubicada en Albuixech (L"Horta Nord) cuyo cometido es precisamente ese: gestionar el cableado. "Lo que hacemos son sistemas de gestión, que engloban desde las conexiones en la central telefónica, lo inmediato al equipo de conmutación, hasta el abonado", explica Mondragón. En otras palabras, la firma fabrica una gran gama de conexiones que, por una parte, facilitan la instalación de los cables y su control, y por otra los protegen de cualquier tipo de agresiones. Y ahí radica el éxito de esta empresa y lo que, en parte llamó la atención de la multinacional Raychem Corporation, que la compró en 1998. "El de la conectividad en las telecomunicaciones es un mercado consolidado, pero no hay un gran número de empresas que se dediquen, al menos en el segmento alto, que es el que abarcamos nosotros", señala Mondragón, que precisa que los elementos desarrollados en la planta valenciana agrupan todo un ramo de conectores que tienen una serie de capacidades de manejo de gestión de los cables, de protección de los líneas y unas prestaciones sobre su capacidad de aislamiento y por tanto su instalación en condiciones adversas, como la corrosión, la humedad o incluso la inmersión en agua. "Nuestros conectores están sellados, y se utiliza un tipo de tecnología llamada desplazamiento de aislante, cuya filosofía es facilitar un tipo de conexión en el que no haya que pelar el cable", señala Mondragón, que matiza que la tecnología es conocida pero poco desarrollada en España. "Nosotros lo identificamos como una oportunidad e hicimos importantes desarrollos en ese sentido", afirma. El producto de Mondragón Telecomunicaciones llamó la atención de Telefónica, principal cliente de la empresa y elemento fundamental en su desarrollo. "Vendemos a operadoras de todo el mundo, pero Telefónica es nuestro principal cliente hoy por hoy", señala Mondragón, que matiza que también trabajan con compañías de cable o con redes privadas de datos. La relación con la operadora española les abrió la puerta en Sudamérica. Al margen de la importante cuota de negocio que supuso este viaje, les permitió mejorar sus productos debido a las duras condiciones meteorológicas de aquellos países. "Hemos sido educados para actuar en países donde las condiciones climáticas son duras, lo que afecta a las redes de cables que se instalan. Eso nos ha permitido aprender mucho y diseñar una línea de productos ambientalmente muy robustos", señala. La llegada de Raychem supone un salto cuantitativo importante. Si el Mondragon previo a la escisión tenía una presencia, pequeña pero incipiente, en el mercado internacional en los próximos años, aprovechando la red comercial de la multinacional, entrará en numerosos países que siguen desarrollando sus infraestructuras de telecomunicaciones. La pregunta "¿cuáles son sus principales mercados?", obtiene de Mondragón una respuesta que nos da la medida del futuro del negocio: "La Tierra". Un mercado global que afectará también a la cuenta de resultados de la compañía. De los 13 millones de dólares (unos 2.050 millones de pesetas) facturados en el último ejercicio, la previsión para el próximo se doblará, rebasando los 25 millones de dólares (casi 4.000 millones de pesetas). El 75% de dichos ingresos provenientes de las ventas al exterior. Reino Unido, Arabia Saudí o Túnez se unen al resto de países en los que la fiabilidad de la red depende en buena parte de unas conexiones diseñadas en Albuixech.

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Filial de Mondragón, Rychem y Tyco
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