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La Filmoteca restaura unas películas inéditas rodadas por Barandiaran en 1928

Nadie sabía, excepto su sobrina, que en el desván de su caserío de Ataun (Guipúzcoa), permanecían inéditas una serie de películas que el antropólogo y etnógrafo José Miguel de Barandiaran rodó entre 1928 y 1934. Una vez descubiertos estos documentos de indudable valor histórico, no tanto por su contenido, sino porque fueron filmadas por quien está considerado como uno de los padres de la cultura vasca, la Fundación José Miguel de Barandiaran y la Filmoteca Vasca decidieron ponerse manos a la obra para restaurar aquellas películas rodadas en 16 milímetros. La Filmoteca exhibió ayer la restauración de aquellas escenas rodadas por el propio Barandiaran hace más de sesenta años en las se recogen escenas de la vida de los seminaristas de Vitoria, los juegos en los patios e incluso imágenes suyas posando con un grupo de alumnos o fugazmente delante de la cámara. A finales de 1998, la Fundación José Miguel de Barandiaran comunicó a la Filmoteca Vasca el hallazgo de una docena de rollos cinematográficos filmados por el estudioso y que su sobrina guardaba cuidadosamente en el desván de su caserío. Pese a las pequeñas anotaciones de los envases, se desconocía por completo el contenido y el estado de las películas. "Repasados estos originales únicos, se consideró oportuno la restauración y elaboración de un negativo de seguridad para salvaguardar dichos documentos realizados por esta excepcional persona", relata el presidente de la Filmoteca, Martín Ibarbia. La entidad empleó seis semanas en lavar y acondicionar los rollos de película, en restaurar uno a uno los 44.160 fotogramas y en crear un nuevo negativo que asegura una perdurabilidad de 300 años. La duración total de aquellas imágenes que permanecían en el mayor de los olvidos, y que ahora han sido rescatadas para su exhibición pública por la Filmoteca Vasca, es de 46 minutos. Son imágenes que datan de 1928 a 1934. La mayor parte tienen que ver con la vida eclesiástica del seminario de Aguirre y la edificación del nuevo seminario de Vitoria. En aquellas secuencias aparece el sacerdote Pedro de Asúa, arquitecto del inmenso seminario de Vitoria, y hasta el rey Alfonso XIII, que acudió a su inauguración. "Sabemos, por sacerdotes que aún viven y fueron antiguos alumnos de Barandiaran, su afición por el cine, ya que él mismo les proyectaba películas en el seminario, se las comentaba e incluso recuerdan haberle visto con una cámara tomavistas", recordaba ayer el presidente de la Fundación, Jesús Altuna.

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