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Escartín, en la órbita del ONCE

Manolo Saiz: "Es un corredor interesante. No creo que sea una complicación ficharlo"

Carlos Arribas

Fernando Escartín está en el mercado. Después de su victoria en la etapa reina del Tour y su tercer puesto final en la grande boucle, el ciclista aragonés, próximo a cumplir los 32 años, cree que ha llegado el momento de dar el salto económico definitivo. El equipo Kelme, al que llegó hace tres años, no tiene capacidad económica para retenerle. Su cotización, según los valores en que se mueve actualmente el mercado, debería rondar los 150 millones de pesetas al año. Así se lo ha hecho saber su mánager, y preparador personal, Ignacio Labarta, a todos los equipos españoles con posibles y a parte del extranjero. Sólo al ONCE, entre los españoles, parece haberle hecho el suficiente tilín como para empezar a negociar en serio. En el extranjero, Escartín ha logrado una oferta en firme de un representante holandés, detrás del cual podría estar el TVM. Pero tantas ganas tiene el aragonés de seguir en un equipo español, que ha precisado que no desoiría ofertas inferiores a la del holandés.El Kelme, al que el aragonés llegó en 1996 desde el Mapei y rechazando una oferta del Banesto, no tiene dinero para retenerlo entre otras cosas porque ha preferido invertir en ampliar el contrato de los jóvenes Roberto Heras y Óscar Sevilla, dos de los ciclistas españoles con más futuro, hasta el 2002 que en recompensar al veterano Escartín. "Claro que nos interesaría mantener a Escartín", dice Joan Mas, mánager del equipo alicantino, "pero no tenemos tanto dinero, y eso que ha rebajado bastante sus pretensiones. Necesitaríamos un copatrocinador para retenerlo".

El Vitalicio, otro de los mejores equipos españoles, no ha entrado tampoco en negociaciones. La política de empresa del patrocinador para la temporada 2000 se rige, según su director, Javier Mínguez, por el lema "no luchar por retener a quien quiere irse; no luchar por fichar a nadie". No sólo Escartín ha tendio que pasar de largo; Mínguez tampoco ha podido retener a sus figuras Casero y Clavero, ni fichar corredores jóvenes."El año que viene, nada", dice Mínguez. "Un equipo más apañadito, con 10 corredores o poco más".

El Festina, un conjunto afiliado en Francia pero con patrón y director español, es el único equipo que le ha hecho una contraoferta, pero tan a la baja que Labarta la ha colocado en el último lugar del abanico que maneja. Con el equipo relojero también se plantearía el problema de volver a correr a las órdenes de Juan Fernández, un director con el que rompió cuando dejó el Mapei (su fichaje por el Kelme se produjo la víspera del comienzo de la Vuelta del 96 y Fernández decidió borrarle del equipo directamente. Curiosamente, el gran perjudicado de aquella decisión resultó ser Abraham Olano, también por entonces en el Mapei,quien, sin apenas equipo, no pudo ofrecer apenas resistencia a un Jalabert desencadenado y terminó segundo).

Al Banesto también le llegó el pliego de condiciones de Escartín, pero demasiado tarde, según sus rectores. "Si hubiera llegado el año pasado por estas fechas...", dice José Miguel Echávarri. "Pero ahora ya tenemos el equipo hecho. Tan hecho que aunque Manuel Beltrán se nos vaya definitivamente tampoco pensamos fichar a nadie".

Sólo queda, pues, un equipo español con capacidad económica para contratar al ciclista de Biescas: el ONCE. No sólo la lógica económica conduce en la dirección del equipo de Manolo Saiz; también la realidad: según diversas fuentes consultadas el lunes pasado se produjo una reunión entre las dos partes en la que hablaron de la posible contratación de Escartín por el equipo liderado por Abraham Olano. Ambas partes, el ONCE y el representante de Escartín, lo han desmentido a su manera.

"Eso es cosa de mi empresa", dice Manolo Saiz para quien quiera entenderle. "Suelo hablar mucho con Escartín, y desde que se cayó en la Vuelta le he llamado varias veces. Es que tenemos una buena relación". Saiz, sin embargo, mantiene que no ha hablado con él de su posible fichaje. "Aún no sé lo que vamos a hacer", dice. "Aún no me he planteado nada de cara al futuro. Tampoco sé si voy a hablar con él para ficharle, pero sí que sé que es un corredor interesante. No creo que sea ninguna complicación ficharlo". Y termina, enigmáticamente: "Las complicaciones vienen detrás".

Por la otra parte tampoco hay desmentidos absolutos, sino también puertas abiertas. "No puedo confirmar que hayamos negociado con el ONCE", dice Labarta, mánager del ciclista. "Pero sí puedo decir que el lunes pasado estuve aquí, no me moví de Zaragoza. Pewro no puedo contar nada". Labarta también aprecia la ironía que vive ahora el ciclista aragonés. "Ha alcanzado tal nivel que el Kelme se le ha quedado pequeño, pero en un momento en que los otros equipos españoles punteros ya tienen su política bien cerrada". Es lo que se llama morir de éxito. "Pero este fin de semana decidiremos", promete Labarta. "Tenemos a los holandeses, al Kelme, al Festina... Todavía no hemos cerrado nada".

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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