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FUTBOL Copa de la UEFA

Mostovoi pone en marcha al Celta, que golea sin piedad al Lausana

CELTA 4 LAUSANA 0Salió Mostovoi al campo con media hora por delante y le cambió la cara al Celta, que sólo apretaba al infame Lausana. Lo que era un resultado apretado e inquietante se tornó rapidamente en goleada; y lo que es más importante, todo el grupo de Víctor Fernández recuperó su mejor aspecto, el de aquel equipo que tan buen sabor de boca dejó en Europa el curso pasado. Sigue la progresión del conjunto vigués, que puso en su sitio a un rival de medio pelo. Hasta McCarthy, inseguro en la primera mitad, rehabilitó su nombre y se fue del estadio con tres goles en el saco.Se comprobó rápidamente que el Lausana es bastante más endeble de lo que parecía hace 15 días. Es el suizo un grupo de futbolistas corpulentos que golpean el balón con dureza, pero que aplican al juego la teoría del caos. Hubiera sido una ocasión propicia para resarcirse del mal rato de la ira, y lo que hizo McCarthy, fue limitarse a acumular oportunidades. Se equivocó en la mayoría, pero acertó el surafricano con un cabezazo en el minuto 11 que dejaba la eliminatoria a favor del equipo español.

Celta: Dutruel; Velasco (Sergio, m

46), Cáceres, Djorovic, Juanfra; Makelele, Giovanella; G.López (Mostovoi, m. 60), Karpin, Revivo (Tomás, m. 78); y McCarthy. Lausana: Rapo; Ohrel, Puce, Iglesias (Shageldyan, m. 61), Hanzi; Celestini (Pizzinat, m. 86), Londono, Rehn, Diogo (Gerber, m. 46); Mazzoni y Kuzba. Goles: 1-0. M. 11. McCarthy. 2-0. M. 77. Mostovoi. 3-0. M. 84. McCarthy. 4-0. M. 90. McCarthy. Árbitro: Stephane Bré. Amarilla a Iglesias, McCarthy, Ohrel y Celestini. 15.000 espectadores en Balaídos. Primera eliminatoria de la Copa de la UEFA. Clasificado el Celta por un global de 6-3.

Se diría que completó el Celta un gran primer tiempo, de tantas veces que llegó al área. Una y otra vez se encontró McCarthy con la portería frente a su bota, y también Giovanella citó a Rapo desde fuera del área. Lo cierto es que el Lausana cayó por su propio peso, y se limitó el equipo de Víctor Fernández a explotar la descoordinación al borde de la dislexia de los suizos. Lo que era fútbol rutinario se convirtió en oro puro cuando Mostovoi ingresó en el campo. Desde que se incorporó el ruso el Celta tiró paredes, inventó huecos y recuperó verticalidad.

Pero los lujos del Celta se acostumbraban a morir en el área. Algo inquietante en una eliminatoria que se decidía con el valor doble de los tantos anotados en Suiza. Definitivamente, Mostovoi se decidió a resolver aquello. Agarró un balón en el área, lo bajó al suelo, levantó la ceja y pegó el balón al palo izquierdo de la portería de Rapo. Le daría otro gol a McCarthy y llegaría el cuarto. Balaídos coreó el nombre del internacional ruso y entonó la Rianxeira, lo que debió de enternecer al único gallego sobre el campo, Iglesias, central del Lausana.

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