El mecenas Rafael Tous ofrece de nuevo Metrònom y su colección a las instituciones
Rafael Tous, uno de los más destacados mecenas del arte contemporáneo en Cataluña, volvió a recordar ayer, en la presentación de la temporada artística de la sala Metrònom, su ofrecimiento de ceder el local de su propiedad y su colección de arte contemporáneo a la institución que se comprometa a mantener la unidad de la colección y a ampliar el local de la calle de Fusina para evitar la dispersión de las obras.
"No quiero un duro, pero parece ser que en este país la única manera de que puedan aceptar una donación artística sea poniéndole precio", dijo ayer el coleccionista de arte contemporáneo Rafael Tous. Su colección está compuesta por 1.500 fotografías de artistas actuales de primera línea de todo el mundo y, entre ellos, autores catalanes y del resto de España como Valldosera, Vallhonrat y Mantilla. Hasta un total de 150 artistas. La colección posee también 5.000 volúmenes de libros de artista, considerados obra original, y una biblioteca de 250.000 volúmenes sobre arte contemporáneo. También posee una de las mejores colecciones de arte conceptual de artistas catalanes de los años sesenta y setenta, de quienes actuó como mecenas. "Tengo muchas instalaciones de carácter efímero que si no las hubiera adquirido ahora no existirían", explicó. Tous también posee una excelente colección de páginas originales de cómic, sobre todo de la primera generación de la revista El Víbora, con autores como Gallardo, Mediavilla, Nazario y Martí. Tous también adquirió la colección Dalmau de ex libris, compuesta por casi 16.000 piezas. 20 años Tous pretende ceder la propiedad del antiguo almacén situado frente al Born a la institución que se haga cargo del conjunto de la colección y de su mantenimiento. En la actualidad, el edificio posee unos 1.500 metros cuadrados utilizables, que, de acuerdo con un estudio realizado por el arquitecto Cesc Duran, podrían ampliarse a 6.000 con la construcción de dos plantas subterráneas y una más que se podría ganar en altura. "Hace ya 15 años que mantengo esta propuesta, pero siguen sin hacerme caso", lamentó Tous. La sala Metrònom cumplirá 20 años en octubre del 2000. Durante un periodo de casi tres años se mantuvo cerrada debido a dificultades económicas. Finalmente, Metrònom reabrió gracias un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona, que se comprometió durante un plazo de tres años a aportar 25 millones de pesetas anuales. Posteriormente, este acuerdo se ha ido renovando de año en año. "En el Ayuntamiento ahora me dicen que no puede firmar convenios de más de un año, lo que implica una gran incertidumbre a la hora de programar. Suerte que tengo la amistad y la confianza de muchos artistas", señaló el coleccionista. Por lo que respecta a la Generalitat, Tous afirmó que nunca ha recibido dinero de ella. "Bueno, nos han prestado unos proyectores, pero uno de ellos no funciona", ironizó. Para conmemorar los 20 años, está poniéndose en contacto con los numerosos artistas que en estos años han expuesto en la sala para organizar algún tipo de actividad. También se presentaron ayer los trabajos de los tres autores que inauguran la temporada. La estadounidense Terry Berkowitz presenta la instalación El vel de la memòria. Pròleg: el darrer sopar compuesta por una gran mesa en forma de cruz, con un montaje sonoro formado por composiciones sacras. El discurso de la obra evoca la expulsión de los judíos de España por los Reyes Católicos. Por extensión, la reflexión del montaje alude a los genocidios y discriminaciones raciales que todavía se producen. La fotografía está representada por el trabajo de Luca Pagliari, que presenta Psycoscapes. Las obras también poseen un discurso alusivo a diferentes sentimientos, estados emocionales e inquietudes del ser humano. La sala Nil de la fundación ha sido ocupada por el trabajo de Daniel Chust Peters, que prosigue con su habitual línea de reproducir su estudio en otro contexto.
