IÑAKI IGLESIAS FEDERACIÓN VIZCAÍNA DE CICLISMO "En el País Vasco, el ciclismo es una religión"

Iñaki Iglesias (Bilbao, 1950) preside la Federación Vizcaína de Ciclismo desde 1996, una de las cuatro federaciones de Euskadi (las de las tres provincias y la vasca). Ciclista "de nacimiento", aplaude la iniciativa de instalar bidegorris, pero le gustaría que éstos se consideraran desde que se planean las carreteras: "Que diseñen aunque sea un arcen, un poco ancho y limpio". Pregunta. ¿Cuántos socios tiene actualmente la federación que preside y cuántos ciclistas calcula que puede haber en las carreteras vizcaínas? Respuesta. Tenemos unas 3.500 licencias federativas y calculamos que en Vizcaya puede haber unos 12.000 cicloturistas. P. ¿Y en lo que respecta a toda Euskadi? R. Hay unos 10.000 federados y en toda España, unos 45.000. Representamos una cuarta parte de licencias de todo el Estado. En cuanto a cicloturistas, fácilmente rondarán los 30.000. P. ¿De dónde viene esa enorme afición? R. Creo que el ciclismo en Euskadi es una religión, una cultura arraigada desde hace muchos años. Hay vestigios de ciclismo en Vizcaya en el año 1895. P. ¿De qué protege una licencia federativa? R. Primero, de tus daños físicos, responsabilidad civil y daños a terceros, que es algo que mucha gente no calibra. La licencia de este año ha costado 8.000 pesetas. P. ¿Qué relación tienen las federaciones de Vizcaya, Álava y Guipúzcoa? R. Hay una relación bastante buena. Euskadi funciona en esto como un pequeño país. Hay tres federaciones, cada una con su presidente, completamente autónomas, y luego está la federación vasca que canaliza ciertos trofeos. Además, incluso cada federación tiene selección propia. En el resto del Estado hay federaciones autonómicas, pero no por provincias. P. Un estudio de la Dirección Tráfico revela que el 60% de los ciclistas implicados en accidentes no llevaban casco [ver EL PAÍS del pasado lunes]. R. Es posible. No puedo certificarlo, pero es posible. P. Y que entre la gente que sufre un percance, sólo el 18% lleva protector. ¿A qué se debe? R. No sabría decirlo. Yo siempre intento transmitir la necesidad de llevar casco. Es fundamental. El único ciclista muerto desde que yo soy presidente de la federación era un amigo mío, de mi cuadrilla. Se cayó de la bicicleta y se desnucó. Si hubiera llevado casco, estaría vivo. P. ¿Usted siempre lo ha llevado? R. Yo empecé a ponérmelo el día que mi hijo me dijo que quería andar en bicicleta. P. ¿Qué más tiene que llevar un ciclista? R. Poca cosa más. Las prendas específicas son más cómodas, como el culotte. Y la bicicleta siempre bien revisada. De noche, por supuesto, cuantos más reflectantes, mejor, aunque de noche es preferible no andar en bicicleta. P. ¿Marca la federación unas normas para los ciclistas? R. Sólo para competición. En las escuelas de ciclismo, a los niños se les enseñan las reglas básicas de circulación. La federación no puede establecer normas para alguien que coge la bicicleta un domingo y se va a dar un paseo. Lo que sí hace es recomendar. P. Un dato: en los primeros ocho meses de 1999 han muerto tres ciclistas. ¿Esto es poco o mucho? R. Si se mira proporcionalmente a las bicicletas que circulan, pues son pocos. Afortunadamente, hay pocas muertes en ciclismo. Lo que sí hay muchos son accidentes, y de una cierta gravedad. P. ¿Qué opina sobre los controles de alcoholemia a ciclistas? R. Si los hacen, bien, pero el porcentaje de ciclistas que bebe es nimio. En bicicleta hay un nivel de abstemios increíble. P. ¿Cómo conduce el coche uno que es ciclista? R. Distinto al que no lo es. Yo, sistemáticamente, cuando veo un ciclista lo primero que hago es levantar el pie del acelerador. Y lo segundo, ver si realmente adelanto o no con facilidad. Y si lo hago, siempre marco con el intermitente. P. Los conductores echan en cara a los ciclistas que se apropian de la carretera. R. Existe ese tipo de ciclista, ese individuo, pero también en el coche y en la cola del supermercado. De todas formas, soy de la opinión de que circular en paralelo es menos peligroso. Por la sencilla razón de que un vehículo, cuando ve un bulto, frena automáticamente. En cambio, si ve a una persona sola, pasa.