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Tribuna
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Concentración parcelaria

Un hecho característico de la presencia valenciana en los medios de comunicación españoles ha sido la escasez. Quienes como este ciudadano que firma estas líneas venimos desde hace años preocupados por la realidad problemática del País Valenciano, hemos echado en falta, y así lo hemos comentado en no pocos escritos, la poca atención que, desde antiguo, los medios estatales de prensa han prestado a esa realidad nuestra. Recuerdo perfectamente que hace más de treinta años, en plena dictadura, a finales de los 60, el diario Ya publicaba una página de "recortes de prensa" en la que se recogían informaciones y opiniones aparecidas en los llamados periódicos "de provincias". Se encargaba de seleccionar los recortes y confeccionar la página mi buen amigo Paco López de Pablo. Se recogían en la misma recortes de la prensa de Andalucía, Extremadura, Catalunya, País Vasco, Galicia, etc., etc. Nunca aparecía la prensa del País Valenciano. Alguna vez lo comenté con él y me decía que no encontraba nada interesante. En una ocasión, recuerdo ahora, se publicó algo de lo que decía el semanario Valencia fruits. Valencia no ha tenido, informativamente hablando, demasiada presencia en la prensa que se edita en Madrid. Viene a cuento, lo anteriormente dicho, al ver la respuesta mediática madrileña -prensa escrita, televisión y radio- con motivo del reciente congreso de los socialistas valencianos. El interés informativo despertado ha sido excepcional. También el interés mostrado por los opinadores. Pienso, y creo no equivocarme, que desde la riada de 1957 que sufrió Valencia, nunca en la prensa española un acontecimiento valenciano había merecido tamaña atención informativa como el citado congreso y sus desafortunadas y lamentables consecuencias. Y es que los valencianos no somos "noticia importante" sino cuando nos suceden desgracias. Luego nos encontramos con que una noticia como la que comentamos, viene acompañada de todo un cúmulo de opiniones, no pocas de las cuales, emitidas desde la más absoluta ignorancia de lo que es el País Valenciano y lo que en el mismo representa, y ha representado, el PSPV-PSOE. El caso es que el hecho está ahí, que el congreso ha sido un desastre y que los socialistas valencianos han mostrado, a la luz del día, su división interna, su realidad, que no es otra que su parcelación, su enfrentamiento interno entre los distintos grupos político-personales en que ha devenido. Alguien, desde la cúpula madrileña del partido, ha querido poner remedio a la situación. Se ha anulado el congreso y se ha querido aunar voluntades y superar los enfrentamientos entre las distintas parcelas en que el PSPV-PSOE está dividido. Hacía falta, por lo visto, llevar a cabo una labor de concentración parcelaria, al uso y costumbre como en el campo agrícola se ha hecho en ocasiones para superar la poca productividad de las pequeñas parcelas vecinas en una determinada área territorial y constituir, así, una gran parcela única, donde el cultivo y su rendimiento sea mayor. Sucede, sin embargo, que al diseñar la concentración parcelaria encarnada en una gestora, algunos de los propietarios de las distintas parcelas políticas del PSPV-PSOE no han visto reflejada, en esa concentración, el valor y la importancia de la suya. Unos propietarios -en este caso, parece ser que un sólo propietario- ha salido beneficiado en esa concentración asignándole mayor superficie en propiedad de la que le correspondía. Con lo cual, resulta que la concentración diseñada por Madrid no se corresponde al valor y superficie de cada parcela. Y, como era de esperar, los propietarios perjudicados no están de acuerdo. Y en eso estamos. Por cierto: ¿dónde està, en el socialismo valenciano, el émulo de un José Bono, de un Rodríguez Ibarra o, si ustedes quieren, de un Chaves? ¿Es una cuestión de incapacidad o se debe a la vocación de emigrantes que tienen los dirigentes socialistas valencianos?. De emigrantes a Madrid, me refiero.

Francesc de P. Burguera es periodista. fburguera@inves.es

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