Deseos
NEGRITASLos 99 días que restan para llegar al 1 de enero del año 2000 sirven para hacer las cuentas de qué porcentaje de proyectos se han cumplido en los 266 vividos, qué otro queda pendiente y, lo más importante, qué otros deseos jamás se cumplirán. A instancias políticas, culturales, sociales y empresariales de la ciudad de Almería, como si de un individuo se tratara, puede hacerse ese cálculo. Aunque nunca llueve a gusto de todos, seguro es que a la alcaldesa de Dalías, María Elena Sánchez, deseará para el 2000 un mes de septiembre sin precipitaciones. Las lluvias del tercer domingo del mes chafaron por primera vez en este siglo -según recuerdan los más viejos del lugar- la procesión del Cristo de la Luz, 7.000 metros de traca y 800 docenas de cohetes. A tenor del incendio de 1994, agua y fuego se presentan como elementos agoreros para los dalienses. No habrá que esperar, sin embargo, al año que viene para ver ganar etapas al equipo ciclista Costa de Almería. Las victorias de Fabio Roscioli y el ruso Ekimov han dado moral al técnico Miguel Moreno, que no supo catalogar los dos triunfos seguidos de la formación italo-almeriense en la Vuelta. En el recuento de propósitos e intenciones, también vale fijarse en los deseos y frustraciones del vecino, más que en los propios. Es una técnica muy recurrida en el ámbito político y publicitario. Como ejemplo de lo primero, el concejal de urbanismo, Diego Cervantes, no ha dudado en recordarle al ex alcalde de Almería, el popular Juan Megino, la necesidad de que asuma su papel de "segundón" en la nueva Corporación, comprobados sus deseos de protagonismo. Para lo segundo encaja a la perfección la estrategia comercial empleada por el nuevo tanatorio de la capital. Los publicistas, iluminados por la tradición histórica de la Edad Antigua, comparan la sala de autopsia, tanatopraxia y cámara frigorífica que ofertan con el reposo asignado a los reyes de Epipto. Una foto de las pirámides de Giza en la que se lee "construido para honrar la memoria de los faraones" se sobrepone a otra del citado tanatorio en la que se expresa: "Construido a la memoria de todos los almerienses". La campaña publicitaria anima al uso del nuevo complejo para dar el último adiós a los seres queridos porque el último recuerdo "permanece para siempre". También están los deseos utópicos. Los carteles del nuevo disco de Camela, No puedo estar sin él, inundan las calles de la ciudad. Lo utópico y deseable se adivina en la afirmación del título. Seguro que arrasa. MARÍA JOSÉ LÓPEZ DÍAZ
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