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Responsabilidad extensible

La responsabilidad del daño que pueda causar un perro no alcanzará sólo a su propietario, según el nuevo reglamento que ha ultimado el Departamento de Agricultura. La norma vasca estipula que la persona que acompañe al animal en el momento de que éste cause algún problema, aunque no sea su dueño, tendrá que cargar también con su parte de culpa y podrá ser sancionada. El artículo 4 del texto está dedicado a los núcleos zoológicos. Sólo se podrá entrenar a los canes en las prácticas de obediencia y en ningún caso en técnicas de defensa o de ataque. Solamente la Ertzaintza, el Ejército o las empresas dedicadas a la vigilancia podrán solicitar perros con un entrenamiento específico de ataque. El apartado quinto del reglamento regula la cesión y venta. Cuando se venda un perro será obligatorio comunicarlo al Ayuntamiento para que modifique el censo y haga constar al nuevo titular. Hasta ahora no había suficientes medios de control, por lo que se caía en la anarquía. Si alguien vende un animal y no lo comunica deberá hacer frente a una sanción. Mientras, el artículo 6 habla del sacrificio de animales y estipula que las diputaciones se harán cargo de los sacrificios de perros con historiales violentos. Para que haya un sacrificio tiene que haber antes un mandato judicial. [Fernando Valle, el padre de la niña herida grave el pasado marzo en Getxo al ser atacada por dos rottweiler ha creado una asociación de víctimas de animales en el País Vasco para concienciar a los ciudadanos sobre los riesgos de poseer perros peligrosos, según informó ayer El Correo].

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