Primer triunfo de Toyota

Finalmente, el equipo de Carlos Sainz se quitó de encima el mal fario que le perseguía esta temporada, y Toyota pudo conseguir la primera victoria del curso 1999. Pero no fue el piloto español quien venció en el Rally de China sino su compañero, el francés Didier Auriol, que se impuso con 55 segundos de ventaja sobre el inglés Richard Burns (Subaru) y 2m 19s sobre el propio Sainz.Con su triunfo de ayer, Auriol empata con el finés Tommi Makinen (Mitsubishi) al frente del Mundial. Ambos suman 48 puntos, 10 más que Sainz, mientras el finlandés Juha Kankkunen (Subaru) totaliza 37.

A falta de las últimas tres carreras del campeonato (San Remo, Australia y Gran Bretaña), la clasificación general vuelve a apretarse. La retirada de Makinen el sábado, por culpa de una espectacular salida de pista, y la rotunda victoria de Auriol dejan abierta la lucha por el título. Sainz también conserva sus posibilidades, aunque queda ahora a diez puntos de los dos primeros. Cada prueba reparte diez puntos de premio para el vencedor.

El Rally de China vivió una última etapa acorde con el resto del recorrido en cuanto a dificultad, pero mucho menos emocionante porque Auriol dejó claro su dominio y sentenció la carrera muy rápido. El piloto francés, campeón del mundo en 1994, se impuso en los tres primeros tramos cronometrados del día y ahí se acabó todo. Los tres últimos se convirtieron en un paseo pues todos los pilotos se conformaron con sus posiciones. Y por eso el barro y la lluvia, que continuaron siendo protagonistas, apenas tuvieron incidencia.

El resultado final fue uno de los más claros de la temporada, sentenciado sin necesidad de llegar al extremo final. Para conquistar la 19ª victoria de su currículo y figurar como el primer vencedor del Rally de China puntuable para el Mundial, Auriol pudo aflojar el ritmo porque Burns también lo hizo, mientras que tanto Sainz como los finlandeses Juha Kankkunen (Subaru) y Harri Rovanpera (Seat), cuarto y quinto respectivamente, hacía ya tiempo que se dedicaban a conservar para poder llegar a la meta.

Sainz afrontó la etapa final, de 86 kilómetros cronometrados, con casi tres minutos de renta sobre Kankkunen y sin posibilidades de luchar con Auriol y Burns por la victoria. Aun así, no se libró de un susto a falta de dos tramos para que acabara el rally: se estropeó el cambio de marchas electrónico de su Corolla y tuvo que terminar la carrera utilizando la transmisión manual. Aunque hace más de un año que no gana una prueba del Mundial, Sainz suma ya siete podios esta temporada.

"Sabíamos que si no le pasaba nada extraño a Burns íbamos a acabar en tercera posición", explicó Sainz. "No es un resultado muy bueno, pero hemos sumado puntos para el Mundial y seguimos teniendo posibilidades. Además hemos conseguido acabar un rally durísimo, muy difícil".

Auriol, mientras, se felicitaba por acertar con los neumáticos. "Hice recortar los Michelin como si fueran neumáticos de motocross", argumentó el francés, y se comportaron de maravilla en el resbaladizo terreno".

Con el triunfo de Auriol y el tercer puesto de Sainz, Toyota se sitúa al frente del Mundial de marcas, con 99 puntos, por 77 de Subaru, 61 de Mitsubishi y 18 de Seat. A destacar que el turco Volkan Isik, también con un Toyota Corolla, le dio a su país su primer punto en una prueba del mundial de rallies al acabar sexto.

La próxima cita del Mundial es sobre asfalto, en San Remo (Italia), prueba que se disputará del 11 al 13 de octubre.