La moda femenina se tiñe de violeta
La influencia oriental, ya sea en los estampados, en la línea o en el volumen, llegó a Moda Barcelona de la mano del diseñador Josep Font, que exhibió sus modelos en la plaza de toros Monumental. Estuvo espléndido y el morado es su color de tendencia, aunque también trabaja con el negro, toda una novedad en su trayectoria, y se deja seducir por mezclas tan rotundas como lilas con verdes, azules con naranjas y rojos con morados. Los tejidos responden a calidades extremas, la confección es minuciosa y los efectos especiales brillan en forma de lágrimas que recorren la silueta. No es ésta una moda hecha para la calle, pero sí un canto a la creatividad con el que Font se supera cada temporada. El término renovación define el trabajo presentado por Andrés Sardá, plato fuerte en el terreno del baño -el salón Intibaño abrió ayer sus puertas en el recinto ferial Montjuïc 2-, que ofreció degustaciones para todos los paladares. Desde la sencillez de la línea pura en bañadores y bikines de colores lisos, a la sofisticación de la forma y el tejido. Uno de sus mayores aciertos fue despedir la exposición con una serie final en la que el efecto 2000 se convirtió en protagonista: los destellos en plata ofrecidos por un tejido sorprendente logrado a partir de una microfibra estampada en gris y acabada con una pátina brillante. Las firmas Toypes, cuyos diseños corren a cargo de los diseñadores gallegos Novo y González; las propuestas aportadas por la diseñadora vasca Mercedes de Miguel, y los modelos de Jota Mas Ge, Julie Sohn y Roger O. pudieron verse ayer en la pasarela Gaudí, además de los de Hermes Govantes y Armand Basi, que lucieron a última hora de la noche.
