El ministro de las 10.000 pizarras
"¿Cómo se puede mostrar en una exposición la obra de una persona que no produce pinturas o esculturas, sino ideas?". La pregunta se la hizo hace meses Patricia Barbadillo, comisaria de la exposición que sobre Fernando de los Ríos (1879-1949) se puede ver desde ayer en el Centro Cultural de La General en Granada. La respuesta encontrada parece sencilla: dando a conocer la vida de uno de los intelectuales "más finos y comprometidos" de la España de comienzos de este siglo, cuyas ideas dieron fruto y se plasmaron en hechos. La exhibición conmemora el cincuenta aniversario de la muerte de Fernando de los Ríos Urruti, nacido en Ronda (Málaga) y muerto en el exilio en Nueva York. Una muestra que a juicio de otro de sus comisarios, el ex ministro socialista Virgilio Zapatero, trata de "romper el silencio de medio siglo de una España desmemoriada y recuperar la figura de un gran intelectual y un gran político". Como intelectual y como docente, Fernando de los Ríos fue profesor de Derecho de las universidades más prestigiosas, como Oxford, Cambridge, Harvard y Columbia. Como político de la segunda República, impulsó la primera ley del divorcio de España y una ley del jurado. Pero fue como ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes donde sus ideas dieron los mayores frutos. En esta cartera, bajo el gobierno de Manuel Azaña, impulsó una espectacular reforma educativa con la creación de más de 10.000 escuelas en apenas año y medio. "A través de esta muestra, queremos que todo el mundo y especialmente los jóvenes conozcan a este personaje que ya fue considerado en vida como un sabio", explicó ayer Zapatero. Para ello, los organizadores han recopilado decenas de fotos, cuadros, recortes de periódicos, libros y manuscritos del político e incluso la toga con la que fue investido doctor honoris causa. La exposición, que a partir del 4 de noviembre viajará al Centro Conde Duque de Madrid, recorre en cinco secciones cronológicas la vida y el pensamiento del intelectual malagueño. En la primera se muestra sus años de infancia y su formación en la Institución Libre de Enseñanza, fundada por su tío, Francisco Giner de los Ríos. Su estancia en Granada, después de conseguir la cátedra de Derecho Político, abarca la segunda parte. En esta época, hacia 1911, su casa del Paseo del Salón es lugar de encuentro de la intelectualidad de vanguardia. Allí se reúnen Falla, Zuloaga, Lorca, Lanz... Pero también en Granada se ganó la enemistad de la burguesía caciquil, a la que De los Ríos, nacido en familia acomodada, soliviantó desde su militancia en el PSOE. Las tres etapas restantes transcurren por su faceta política, "a la que se vio arrastrado como intelectual por su sentido del deber", opina Zapatero. Abarca desde su oposición al golpe de estado del general Primo de Rivera en 1923, al trabajo como ministro de Justicia, Educación y del Estado. Finalmente, el estallido de la Guerra Civil y el obligado exilio, donde murió. La exposición inaugurada ayer se completa con un vídeo realizado por Canal Sur, música de Manuel de Falla y la voz del propio Fernando de los Ríos recuperada de los archivos sonoros. En el completo catálogo de la muestra han participado autorreconocidos fervientes seguidores del pensamiento del malagueño: Joquín Almunia, Alfonso Guerra, Manuel Chaves, Cándido Méndez, Nicolás Redondo y Felipe González. El ex presidente del Gobierno lo califica como "español, buen europeo y ciudadano del mundo".
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