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Entrevista:

MILA ANDUEZA PRESIDENTA DEL ORFEÓN BERGARÉS "Sentimos una envidia sana por el éxito del Orfeón Donostiarra"

El 8 de septiembre de 1923, el Orféon Bergarés se presentó a un concurso coral en Santander. Allí obtuvo su primer premio. Esa fecha marca la andadura de esta coral guipuzcoana que, desde el pasado año, celebra sus 75 años de historia. A su presidenta, Mila Andueza (Bergara, 1941), le gustaba tanto el canto que no dudó en ingresar a los 20 años en esta coral que hoy forman 80 miembros. El próximo sábado despiden con la Orquesta Sinfónica de Bilbao, interpretando el Stabat Mater de Miguel González Bastida y una obra inédita de Jesús Eguiguren, un año de homenajes que les ha llevado por múltiples rincones de Euskadi, a grabar su primer disco compacto e incluso a poner en escena un ambicioso musical basado en el popular Oliver Twist de Charles Dickens. Pregunta. Celebran este año las bodas de diamante. Menudo acontecimiento. Respuesta. Sí. Había que celebrar estos 75 años de la mejor forma posible porque en Bergara hay una afición histórica a la música muy importante. En realidad, las crónicas que existen en los archivos del Ayuntamiento indican que el coro podría estar celebrando su centenario. En 1898 ya existía la coral bergaresa. P. ¿Por qué proliferan tantos grupos corales por Guipúzcoa? R. En el siglo XVI había muchos coros que se juntaban para cantar en las misas de la parroquias. De ahí surge toda una escuela de canto muy importante. Los niños aprendían solfeo y canto. A medida que se hacían mayores pasaban a los coros parroquiales. Ésa era la escuela coral que caló en Guipúzcoa. P. ¿Cuáles han sido los mejores y peores momentos de este orfeón? R. El sacerdote Pedro Resana forma la coral bergaresa en 1898. Entonces sólo había hombres. En 1923 es nombrado organista de la catedral de Sevilla y en su lugar llega Román Oyarzábal. Él continúa con la coral pero los años de la guerra y posguerra fueron muy malos. Los grandes conciertos llegan en la década de los cincuenta y volvimos a recaer hace 20 años. No había gente nueva que sustituyera a las grandes voces varoniles y se dejó de cantar con grandes orquestas. El resurgir vino con la llegada de David Azurza, un músico joven que desde entonces dirige el coro. P. ¿El éxito del Orfeón Donostiarra sirve de acicate o freno a otros grupos corales? R. Al Orfeón Donostiarra lo veo como algo muy grandioso. Ellos también tuvieron sus épocas de auge y declive. Intentar alcanzar su nivel es una utopía. Nosotros somos un grupo amateur y no podemos viajar como ellos, que tienen mucha gente. Sentimos una envidia sana. P. ¿Cómo valora que gente de Bergara dedique parte de su tiempo para cantar desintersadamente? R. Eso no se puede valorar. Nos encanta la música aunque sí supone un pequeño sacrificio dedicar dos días a la semana para ensayar. Sobre todo porque luego no podemos hacer las salidas que nos gustarían. Nuestro limitado presupuesto nos lo impide. P. ¿Qué le parece el auditorio del Kursaal? R. Lo he visto desde que se empezó a excavar el primer agujero. Lo he vivido semana a semana y me gusta mucho por fuera, aunque no he tenido la oportunidad de verlo por dentro. P. ¿Se ve como un edificio cercano que debería ser un elemento aglutinador para la provincia? R. Eso sería lo deseable aunque no sabría confirmarle si los tiros van en ese sentido. Ahí deberíamos de estar todos los guipuzcoanos. P. ¿Qué destacaría del orfeón, quizá la capacidad para interpretar repertorios muy variados? R. Sí. Hemos interpretado desde conciertos sacros hasta zarzuelas, pasando por un musical basado en el popular Oliver Twist que hemos preparado este año. Esta experiencia nos ha marcado muchísimo. Ahí estábamos 400 personas. Es una obra que ha gustado muchísimo. P. ¿Será muy beneficioso que la gente joven se implique en el canto para olvidar otros problemas que vive Euskadi? R. Pienso que sí, aunque no creo que se lleguen a olvidar de la problemática de Euskadi. Aquí tenemos una formación musical estupenda. Los niños van a clase con sus intrumentos. Muchos aprenden solfeo. Hay una orquesta y una banda. Esto es algo que no nos damos cuenta pero es muy importante y repercute en el pueblo.

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