Ciscar, dispuesto a "asumir sin condiciones" el papel que le asigne el congreso del PSPV
Ciprià Ciscar se mantuvo ayer fiel a su estilo. Una vez concluida la elección de delegados para el congreso extraordinario del PSPV, el secretario de Organización del PSOE optó por la más estricta ambigüedad sobre su futuro en la federación valenciana. En un comunicado remitido a Juana Serna, presidenta de la gestora, Ciscar sugiere un compromiso para recuperar la confianza en el seno del partido y afirma: "Me muestro dispuesto a asumir sin condiciones la responsabilidad que los delegados decidan". El día 15 se espera una propuesta que defina la composición de la futura ejecutiva nacional.
"El congreso extraordinario debe ser el de la confianza", afirma Ciscar en la nota remitida ayer a Juana Serna, presidenta de la dirección provisional del partido. El número dos del PSOE señala cinco puntos sobre los que se debe establecer el compromiso que permita configurar "una nueva mayoría": "La corresponsabilidad del presente y el futuro"; "la desaparición de etiquetas y la aplicación del cambio de actitudes acorde con la demanda de nuestros votantes"; "la concepción del partido socialista como instrumento útil a la sociedad de la Comunidad Valenciana para representar su mayoría social"; "la renovación de ideas y la incorporación de jóvenes a las responsabilidades de la dirección"; "la práctica de un comportamiento honrado en la gestión orgánica e institucional". Y cierra la breve nota con un medido ejercicio de ambigüedad: "De acuerdo con lo expresado, me muestro dispuesto a quienes comparten este compromiso a asumir sin condiciones la responsabilidad que los delegados y delegadas decidan". Javier Paniagua, afín a Ciscar, interpreta que el secretario de Organización anunció de hecho su candidatura a la secretaría general. Destaca la "confianza", que no el pacto, entre Ciscar y Antoni Asunción, actual portavoz parlamentario, y asegura que ambos son capaces de sumar una mayoría superior al 60% en el congreso extraordinario. Otros ciscaristas se muestran más optimistas y aseguran que un acuerdo entre Ciscar y Asunción contaría con el respaldo de un amplio 70% de los delegados electos. Representantes de todos los sectores del partido coinciden al interpretar que Ciscar ha anunciado de hecho su opción a la secretaría general a través del escrito remitido a la presidenta de la gestora. Pero la ambigüedad del texto es calculada. Ciscar no puede afrontar un congreso de confrontación y sólo optará a la secretaría general del PSPV si cuenta con un respaldo muy amplio. La posibilidad de reproducir el cónclave celebrado en julio de 1997 en la Universidad Politécnica de Valencia sería desastrosa para el número dos del PSOE. Pero tampoco puede defraudar las expectativas de buen número de dirigentes socialistas que han apelado a su autoridad moral durante las últimas semanas para vaticinar que se presentaría a la secretaría general. Una nómina que incluye a personalidades como Ángel Franco, Juana Serna, Baltasar Vives, Francisco Ruiz o Antonio Moreno, cuya contundencia contrasta con la indefinición del propio Ciscar. Felipe González insistió esta semana en Valencia en la necesidad de integrar a las minorías en la futura dirección de los socialistas valencianos. Y Ciscar se ha concedido un plazo de unos días, probablemente hasta el próximo miércoles, para contactar con portavoces autorizados de todos los sectores antes de anunciar las líneas generales de la futura ejecutiva del partido. Si su opción no tiene éxito, nadie podrá acusar al secretario de Organización del PSOE de haber renunciado a una candidatura que no expresa taxativamente en ningún momento y que provoca alguna confusión entre sus compañeros de la ejecutiva federal. Fuentes próximas a Ciscar afirman que un 51% de los delegados apoyarán su posible candidatura, y confían en ampliar esa opción con el apoyo explícito de Antoni Asunción y Joan Lerma. Los romeristas reiteran que cuentan con el apoyo de un 40% de los delegados y también atribuyen a Lerma un papel definitivo en los contactos que se puedan desarrollar antes del congreso extraordinario. Asunción, que ayer evitó hacer cualquier tipo de declaración sobre la comunicación pública de Ciscar, se mantiene a la expectativa y confía en consolidar su posición como responsable de la oposición parlamentaria. El secretario de Organización del PSOE debe afrontar su responsabilidad en la campaña electoral para las próximas elecciones generales, que se celebrarán con toda probabilidad en el mes de marzo. Los plazos son acuciantes y la pacificación de la federación socialista valenciana es clave para el futuro de Joaquín Almunia. Pero todavía no está nada claro que esté dispuesto a jugarse el tipo entre sus compañeros del PSPV.
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