Olano: "Tendrán que atacarme de lejos"

Abraham Olano aparentó una gran seguridad en la línea de meta. La cruzó en plena explosión de trabajo y no hubo muestras de desfallecimiento en su rostro. Con cierta naturalidad, se aprestó rápidamente a hacer las primeras declaraciones y a cumplir con el doble protocolo, como ganador de etapa y como líder de la general. Su tranquilidad contrastaba con la emoción que se apreciaba en el rostro de Manolo Saiz, propia de la satisfacción que le había proporcionado la jornada, próxima a la lágrima. "Me he sentido bien y he salido apurando los esfuerzos al máximo para tratar de tomar tiempo desde la primera referencia y luego poder ir regulando", dijo Olano, quien se permitió darle un consejo a los escaladores: "Dadas las diferencias que han existido, tendrán que ir pensando en atacarme de lejos y eso ya se sabe que puede significar pagar el esfuerzo". Tanto Olano como Manolo Saiz sorprendieron a la concurrencia al estimar que no esperan que el líder español pierda más de un minuto en la temida etapa del Angliru el próximo domingo. Olano creyó haber dado un golpe de efecto en la contrarreloj y espera que sus rivales en la montaña no traten de llegar a un acuerdo para ponerse en su contra. Olano recibió las felicitaciones de Ullrich, quien sigue insistiendo en que su nivel de preparación es todavía corto como para aspirar a la victoria final en la Vuelta. Ullrich, sn embargo, estaba bastante satisfecho de sus prestaciones en la contrarreloj. Imperturbable como es el muchacho tomó el camino hacia su hotel como si nada hubiera pasado.

Los escaladores trataron de disimular la impresión que les había causado la actuación de Olano y la desviación que se había producido en sus previsiones. Álvaro Pino era un hombre satisfecho a mitad de etapa, a la vista de que Fernando Escartín parecía estar haciendo una buena contrarreloj, por encima de Heras y no muy lejos de los números de Tonkov. Sin embargo, Escartín fue de más a menos y terminó demasiado alejado de Olano. Todos se inclinaron por el tópico "queda mucha montaña" para salir del paso, a excepción de Casero (cuyo fichaje por Festina parece inminente), que intentó un análisis más severo: "Olano ha demostrado que ha estado muy bien durante las carreras de agosto y no sé si lo pagará al final de esta Vuelta. Por el contrario, Ullrich no ha estado en el Tour y posiblemente crezca a lo largo de la carrera". Casero recibió alguna crítica de Javier Mínguez, quien concluyó que el corredor había perdido una oportunidad en esta etapa.

El ejemplo de un caso perdido fue el de Alex Zülle, situado a estas alturas de la Vuelta a más de 10 minutos de diferencia del liderato (10.28). "He tratado de salir bien, pero me iba dando cuenta de que estaba gastando mucha fuerza y al final me ha faltado para poder terminar". Zülle sufrió un espectacular desfallecimiento. De alguna manera su actuación era previsible: la noche anterior, todavía tenía las piernas doloridas consecuencia de la etapa del jueves.