ANTONIO JOSÉ MARTÍN "BATRACIO AMARILLO" "Queremos demostrar que el pasotismo es una forma de protesta"

El Batracio Amarillo, una humilde revista de humor editada en Motril (Granada), fue noticia en los diarios nacionales hace poco más de un mes. El presidente de la Junta de Personal de Correos, muy irritado por una historieta en la que se criticaba el mal funcionamiento del servicio postal, pidió a los anunciantes de la publicación que dejarán de apoyarla económicamente. El director del Batracio Amarillo, Antonio José Martín (Motril, 1970), apodado El Gato, cree que "el cirio que se armó fue injustificado" porque la viñeta hacía una crítica inocente y no ofendía a nadie. "Este funcionario de Correos nos ha hecho más importantes de lo que realmente somos", asegura. Pregunta. ¿Se ha resuelto ya el asunto de Correos? Respuesta. Aún no. Nuestros anunciantes se han quejado a este señor advirtiéndole de que ellos deciden dónde gastar su dinero y que hay cosas más importantes por las que irritarse. Como muchos clientes se han sentido coaccionados nosotros le hemos denunciado por lo penal. También hemos remitido un informe a la Dirección de Correos para ver qué le parece que un presidente de Junta de Personal use, por iniciativa propia, el nombre de Correos para batalla tan ridícula. P. ¿Qué es el Batracio Amarillo? R. Una revista de humor que intenta hacer pasar un rato agradable. A veces se consigue, aunque parezca que ésa no es la intención de los autores. P. ¿Por qué no? R. Porque muchos chistes encierran una reflexión que el lector a veces no entiende. Los temas que abordamos no son necesariamente de actualidad, sino reflexiones del autor donde alguna gente se pierde. P. ¿Cómo nació la revista? R. La creamos hace seis años varios compañeros de la Universidad de Granada. Estábamos hartos de que se tildara a la juventud de pasota y quisimos demostrar que el pasotismo podría ser una forma de protesta. Igual que la locura es una forma de cordura y la libertad puede ser una auténtica cárcel. P. ¿Quiénes la hacen? R. Humoristas de toda España colaboran de forma gratuita, porque la distribución, de unos 12.000 ejemplares, también lo es. Dibuja gente joven, pero también humoristas consagrados como Chúmy Chúmez. P. ¿Por qué un título tan raro? R. Pensamos que la gente se quedaría fácilmente con un nombre de animal y lo de batracio sonaba cachondo. P. ¿El amarillo tiene algo que ver con un humor sensacionalista? R. En absoluto. Aunque Martínmorales opina que hacemos un "humor de choque", nuestro trabajo encierra una reflexión filosófica, a pesar de lo cual hay autores que hacen reír con gran habilidad. Lo que menos abundan son los chistes de actualidad, porque pronto pasan de moda.