AQUELLOS PORRITOS...
No sólo George W. Bush, aspirante republicano a la presidencia de Estados Unidos, tiene problemas a causa de viejos pecados de juventud llamados cocaína. Christine Fossen, funcionaria de la policía de Noruega, fue designada recientemente jefe del departamento de Lucha Contra la Droga y, ya se sabe, nunca falta algún periodista curioso que, en este caso, descubrió que Christine, cuando tenia 16 años y estudiaba en California, se había fumado sus porritos de hachís. La noticia no cayó bien en el departamento de Justicia. Y Fossen, que actualmente tiene 37 años, asumió el problema. "Sería tonto negarlo", declaró, pero "estoy orgullosa de que nunca recomendé a nadie que lo probara". El secretario de Estado Björn Solbakken dice que "Fossen debe admitir que ella formula un cargo contra sí misma al admitir que fumó hachís" y agrega: "Hubiera preferido que esto no hubiera ocurrido". La confirmación en el cargo está por dilucidarse. Tampoco puede salir bien parado el príncipe Guillermo de Inglaterra. Un familiar próximo de la reina Isabel II, amigo de Guillermo, reconoció ayer haber consumido cocaína en una fiesta en Londres, pero prometió que no volverá a hacerlo. "Reconozco que es cierto", dijo lord Frederick Windsor, hijo del príncipe y de la princesa Michael de Kent, al dominical británico Sunday Times. "La culpa es mía. Espero que será una lección para otros. Acabé con esa época de mi vida y ahora quiero dedicarme a mis estudios", dijo, arrepentido. Se trata del segundo joven próximo al príncipe Guillermo, que será con toda probabilidad un día rey de Inglaterra, en haber sido sorpendido en flagrante delito de consumo de cocaína. El pasado mayo, el hijo de la amiga del príncipe Carlos, el joven Tom Parker-Bowles, también reconoció haber consumido cocaína.-
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