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FUTBOL Fase previa de la Eurocopa

Duelo dialéctico entre entrenadores

Camacho denuncia la violencia rival y Baric le contesta que los españoles se mueven como cisnes

Al duelo sobre el campo entre los jugadores se unió al final del partido el enfrentamiento directo entre los dos seleccionadores. José Antonio Camacho, el español, se quejó abiertamente de la dureza austriaca, sobre todo de que fuera un comportamiento premeditado y anunciado. "La FIFA pregona el juego limpio, pero les ha consentido todo. Y encima nos sacan dos tarjetas, es para morirse". Y Otto Baric, el técnico austriaco, le contestó con mayor violencia aún de la que enseñaron sus jugadores sobre el campo. "Lo que dice Camacho es ridículo. De lo que tiene que preocuparse Camacho es de por qué sus futbolistas se caen tan aparatosamente, de por qué se mueven como cisnes. De seguir así, esta actitud le va a traer problemas al conjunto español". Pese a la victoria, José Antonio Camacho no se quedó contento. Al contrario, despidió el partido con un enfado de mil demonios. No le gustó la virulencia con la que se empleó la selección austriaca y, sobre todo, de la reacción arbitral ante la misma. "Fuimos muy superiores", afirmó, "y si el resultado no fue mayor se debe en exclusiva al árbitro. Les ha consentido todo. Tenía que haber castigado su dureza desde el primer minuto, pero no lo hizo. Mejor jugar al fútbol que sar patadas".

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Sobre la actuación de los suyos, el seleccionador nacional se mostró enormemente satisfecho. Sólo puso un pero -"la falta de tensión con la que saltó al campo tanto en la primera como en la segunda parte, pero son humanos"-, y destacó una virtud sobre todas las demás -"la capacidad de reacción con la que respondieron al empate"-.

Otto Baric, el preparador austriaco, dio otra versión del partido. Estaba radiante, casi eufórico pese a la derrota. "Hemos jugado un partido magnífico. España no ha sido superior a nosotros. Han tenido más suerte, y sí, han sido más listos y eficaces, pero no mejores".

"El buen juego ha ganado a las patadas y la marrullería". La frase la pronunció Raúl y se acercó más a la interpretación que dio Camacho del partido que la del preparador rival. "El árbitro ha permitido su dureza, pero no les ha sido suficiente. Hemos jugado un rato al fútbol y ha bastado. Somos los mejores del grupo. Ahora no podemos permitirnos el lujo de dejarnos escapar puntos en casa". Al final la polémica quedó a un lado y Raúl accedió a posar junto a uno de los linieres.

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