Corretja reivindica su juego en pistas rápidas

En una temporada marcada por las lesiones, Àlex Corretja ha alcanzado sólo dos finales, y ambas en superficies rápidas. El tenista catalán disputó ayer la final del torneo de Long Island, última prueba previa antes del Open de Estados Unidos, que comienza hoy. Àlex perdió ante el sueco Magnus Norman por 7-6 (7-4), 4-6, 6-3, pero la derrota no le impidió demostrar que está a punto para afrontar el open americano.Fue su forma de reivindicar una vez más que no es ya sólo un gran jugador en tierra batida, sino que puede lograr incluso mejores resultados en superficies rápidas. En realidad, el mejor éxito de su carrera se produjo en el Masters (1998) en moqueta interior.

Éste no ha sido un buen año para Àlex porque las lesiones le han impedido competir en los momentos en que más lejos podía llevarle su juego. Comenzó el año bajo de forma (aunque fue finalista en Sidney aprovechando la inercia del Masters), y llegó al Godó de Barcelona con ganas de colgar la raqueta. Allí se le descubrió una mononucleosis, que le mantuvo alejado del circuito tres semanas. Cuando regresó, jugó bien en Roma (semifinales) y en Roland Garros (cuartos de final), donde acabó sin poder defenderse ante Meligeni, afectado por una fuerte alergia que le dejó el cuerpo lleno de granos. Acababa de recuperarse, cuando una lesión de abductores le devolvió al dique seco. Hasta Estados Unidos, donde acaba de disputar la final de Long Island.

Un año extraño

No ha sido una gran temporada, pero Àlex ha podido mantener, al menos, su clasificación a la espera de lo que pueda ocurrir en estos últimos meses.Su resultado en Roland Garros ha sido el mejor que ha logrado un español (sólo lo superó Arantxa, que llegó a semifinales) este año en el Grand Slam. Carles Moyà, sin embargo, lavó sus malos resultados del año (final en Indian Wells) alcanzando el liderato del tenis mundial, algo que ningún otro español había logrado antes. El resto de españoles sólo ha brillado realmente en tierra batida. Allí es donde la armada ha salvado el año. Esta vez, sin embargo, los títulos llegaron de la mano de jugadores de calidad que siguen inéditos en el Grand Slam: Alberto Martín (Casablanca), Félix Mantilla (Barcelona), Fernando Vicente (Merano), Albert Costa (Gstaad y Kitzbühel) y Galo Blanco (San Marino). Entre las mujeres, Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez siguieron manteniendo su hegemonía y ganaron un torneo cada una: El Cairo (Arantxa) y Sopot (Conchita). Lo más esperanzador, sin embargo, fueron los dos triunfos de Cristina Torrens (Budapest y Varsovia), y el de María Antonia Sánchez (Bélgica).

Con este bagaje llega la armada al Open de Estados Unidos, que les ofrece la última oportunidad de adjudicarse un título de los grandes.