_
_
_
_
Reportaje:SEVILLA99

Kenia es un paraíso

Las grandes marcas de ropa deportiva empiezan a disputarse el patrocinio de los más jóvenes atletas de África

Kenia es desde hace muchos años la gran cantera del atletismo desde los 800 metros al maratón. Pero desde los primeros tiempos, hace ya más de 30 años, hasta ahora, lo que empezó como una incorporación aislada a las grandes citas del atletismo (cada cuatro años, apenas Juegos Olímpicos y Juegos de la Commonwealth, al tratarse de un país anglóhablante), se ha convertido ahora en un enorme negocio. El atletismo se ha metido de lleno en el profesionalismo, han proliferado Campeonatos del Mundo (al principio cada cuatro años y luego cada dos) y multitud de reuniones en las que se da dinero fijo y premios por récords a los atletas y, como consecuencia, a sus representantes-entrenadores a comisión. Las marcas publicitarias, que pagan sueldos y fichas millonarias a las estrellas, y los promotores en los despachos, han encontrado un gran filón en los fondistas que antes corrían para sobrevivir y ahora para ser ricos. Con todo ello, las tranquilas antiplanicies del este de África son ahora un centro de explotación de atletas patrocinados en medio de una auténtica guerra de marcas comerciales.El legendario Kipchoge Keino abrió en los Juegos Olímpicos de México 68, hace ya 31 años, la caja de una serie inagotable de medallas. Los enjutos atletas nacidos entre los 2.000 y los 3.000 metros fueron surgiendo de forma cada vez más numerosa a las pistas de competición. Los primeros fueron fruto de entrenadores europeos que se dieron cuenta muy pronto de la calidad innata de los niños y jóvenes de la zona. No sólo les favorecía su constitución física, delgados, con fibras lentas apropiadas para desplazarse en largas distancias. También, según se demostró después, la alimentación, con un cereal muy apropiado para ese tipo de esfuerzo. Y, por supuesto, su entrenamiento habitual desde bien pequeños para ir corriendo a la escuela o a cualquier recado. Una preparación natural, básica, con carencia de oxígeno, ideal para conseguir una capacidad aeróbica enorme y así una resistencia mayor en altitudes inferiores.

Más información
Razones de la superioridad africana

Ahora ya no va casi ninguno corriendo a la escuela. Corren en los centros de entrenamiento que se han formado a unos centenares de kilómetros de Nairobi. En realidad, no hace falta ir a Kenia para darse cuenta. En cualquier reunión importante donde participan las máximas estrellas del firmamento atlético, y naturalmente en unos Mundiales, los días previos de presentación son otra guerra de marcas. Nike, tras perder su batalla africana, se ha quedado con los velocistas estadounidenses, pero otras tres firmas sí han tomado a los kenianos: Fila y, sobre todo, Puma y Adidas. Antes se hacían los fichajes sueltos, pero ahora las tres tienen su fábrica en el propio lugar del producto, en Kenia.

Fila es la más polémica, por su promotor, el doctor italiano Rosa, que empezó en 1990 con un grupo encabezado por Moses Tanui, campeón del mundo de 10.000 metros en Tokio 91. Después conocería a Paul Tergat, quíntuple campeón mundial de cross y único enemigo de Gebreselassie -ha sido segundo tras el etíope en Sevilla- en los 10 kilómetros. Hoy, en Ngong, a unos tres cuartos de hora por carretera de la capital, Nairobi, lleva a más de 100 atletas que corren todas las distancias desde el 800 al maratón. A Rosa se le critica que "machaca" con duros entrenamientos a auténticos niños.

Pero no son muy diferentes los adjetivos que se le dirigen al mismísimo Moses Kiptanui, uno de los héroes locales, triple campeón mundial de los 3.000 metros obstáculos, que se ha instalado, con el apoyo de Puma (tras ofrecer más dinero que Nike), en Nyahururu, a dos horas por carretera de Nairobi, y también a 2.300 metros de altitud. De ahí han salido las máquinas amarillas que invaden todas las carreras de fondo: desde Daniel Komen, en 5.000 a la última joya del 1.500, Noah Ngeny (plata en Sevilla), pasando por Christopher Koskei, el nuevo campeón de los 3.000 obstáculos.

Y aún queda una tercera vía, la de Adidas, que cuenta con el asesoramiento del número uno de los representantes, el holandés Jos Hermens, ex plusmarquista mundial de la hora y que parecía el más indicado para manejar fondistas. El lugar escogido es el más clásico, Eldoret, de donde han salido más corredores brillantes. Allí está, po ejemplo, el aún plusmarquista mundial de 3.000 obstáculos, Bernard Barmasai, desfondado en Sevilla. El ganador, Koskei , podría comprar hasta cinco casas en su país con los 50.000 dólares del premio por el triunfo. Todo ya es dinero, que para un keniano es una fortuna. También debe cuidar, y sin poder hacer las cosas con la misma libertad, por tratarse de Etiopía, al mayor portaestandarte, Haile Gebreselassie. Sólo él puede hacer lo que quiere, porque el resto de atletas etíopes están rígidamente dirigidos por la federación. Lo único que falta es que Gebreselassie se haga representante y las marcas invadan Etiopía. Todo se andará.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_