Viaje al infierno
Antón, Fiz y Roncero tendrán que superar las altas temperaturas y a los maratonianos de África
El soldado griego que corrió hace más de 20 siglos de Maratón a Atenas para dar la noticia del triunfo de sus tropas sobre los turcos, murió deshidratado y por un colapso como consecuencia del esfuerzo y del tremendo calor que debió soportar. Los atletas que disputan hoy la carrera más dura y legendaria del atletismo, la que más encuentra en la historia su razón de ser, no necesitan remontarse al pasado para saber el tremendo esfuerzo que les espera. De hecho, muchos que podían aspirar al triunfo en condiciones meteorológicas más benignas no se han atrevido a participar hoy. Hay demasiadas cifras por encima de 40 para asustar. Además de la distancia de los 42,195 kilómetros, Sevilla será un infierno hoy, sobre los 40 grados a partir de las 19.45 horas. Los españoles, encabezados por sus tres grandes figuras, Abel Antón, Martín Fiz y Fabián Roncero, deberán resistir el calor y la humedad.Antón, el campeón del mundo, tiene un problema añadido, que podría afectarle. Fue un pinzamiento en la espalda lo que le produjo hace una semana molestias en el bíceps de la pierna derecha. Hace tres días que se encuentra mejor, pero en las condiciones extremas en que se va a desarrollar la carrera puede pasarle factura. Su reto, una vez más, será aguantar el ritmo de Fiz, como en Atenas, para sentenciar al sprint. Pero ahora tendrá otro problema quizá más difícil de resolver: resistir también el de Roncero, el nuevo genio, que tiene tan buen final como él.
Las posibilidades españolas de victoria, incluso de copar el podio, vuelven a ser muy grandes, pero siempre con la incógnita de que a la calidad habrá que unir esta vez mucho más los inconvenientes externos. Por eso las sorpresas pueden producirse mucho más que en otras carreras de la temporada.
Han sido elocuentes las declaraciones del principal enemigo de los españoles, el surafricano Gert Thys, que hizo en febrero en el maratón de Tokio la mejor marca mundial del año y segunda de todos los tiempos, con 2.06.33 horas. Se quedó a sólo 28 segundos del récord mundial, 2.06.05, conseguido en septiembre del año pasado en Berlín por el brasileño Ronaldo da Costa, desaparecido desde entonces y también ausente aquí por miedo al calor. "Ahora entiendo por qué muchos atletas han preferido no venir y prepararse para Berlín o Nueva York", ha dicho Thys. "Sabía que hacía calor en Sevilla, pero no tanto. Quería ser campeón mundial y por eso he venido, pero estoy casi arrepentido". Y esto lo dice un atleta muy regular, que ha sido capaz de correr tres veces por debajo de 2.08 horas en un año. Antes de Tokio lo logró en 1998 en las carreras de Boston y Chicago. Pero la de Sevilla va a ser muy especial y también peligrosa, como ha señalado especialmente Roncero, cuya mejoría desde su pájara de Atenas, hace dos años, ha sido evidente. Mientras que Antón y Fiz no han brillado tanto esta temporada (el soriano fue tercero en Londres con 2.09.46 y el vitoriano ganó en la ciudad japonesa de Otsu, con 2.08.50), el madrileño llega con la tercera mejor marca mundial, sus 2.07.23 con los que fue segundo en abril en el maratón de Rotterdam (tras el keniano Japhet Kosgei, 2.07.09, otra baja aquí).
El seleccionador español ha descartado para la puntuación de la Copa del Mundo por equipos, que se disputa al mismo tiempo que la individual, a Javier Cortés, y no a Alejandro Gómez como se suponía en un principio. Para revalidar el título conseguido en Atenas puntuarán, por lo tanto, Antón, Fiz, Roncero, Peña y Gómez.
El keniano Simon Biwott, que ha hecho este año 2.07.41, es otro de los grandes rivales de los españoles. Ojalá se cumpla la frase de Manuel Pancorbo, esforzado finalista de los 5.000 metros, con Isaac Viciosa, ambos siempre con la intención de ser los mejores europeos en la estela de los imbatibles kenianos. Al referirse a los maratonianos españoles, dice: "Es que los kenianos son ellos".
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