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SEVILLA99 La jornada de hoy

Una huella inquietante

Iván Pedroso logró el jueves pasar a la final con su primer y único salto: 8,15 metros. Ésa era justamente la marca que se exigía a quien quisiera regresar al hotel con el pase en el bolsillo y sin esperar a saber si su registro se hallaba entre los 12 mejores. Pedroso se ahorraba así los 45 minutos de espera entre cada nuevo intento mientras saltaban los otros 22 atletas de su grupo. Y reducía el riesgo de torceduras o tirones. Pero su caída sobre la arena ofrece dudas.El reglamento es tajante: "Se debe medir la huella desde la parte más cercana a la línea de batida, y el atleta debe salir por delante o a la altura de ella, como mínimo. En caso contrario no se mide el salto. Es nulo". Sin embargo, Pedroso pareció pisar por detrás de su última huella, al desequilibrarse tras la caída. Así lo creyeron los técnicos de la federación española; pero, tras pensarlo dos veces, decidieron no recurrir: no querían dificultar la presencia de Pedroso en la final. Sin el cubano, una eventual victoria de Lamela no tendría el mismo valor.

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