Sorteo agridulce para el fútbol español

A nuevo sorteo, suerte ya conocida. El renovado formato de la Liga de Campeones, con más equipos (32) y mejores premios que nunca (el campeón puede recaudar más de 3.000 millones de pesetas), respetó la tradición. El Barça, que el año pasado fue eliminado por los dos finalistas (Manchester United y Bayern Múnich), quedó encuadrado de nuevo en el peor grupo, el B, con el Fiorentina (Italia), el Arsenal (Inglaterra) y el Solna (Suecia). El bombo fue más condescendiente con el Real Madrid, cabeza de serie del grupo E, que tendrá al Oporto (Portugal), el Olympiakos (Grecia) y el Molde (Noruega) como adversarios. Y el Valencia, tercer equipo español en liza, jugará en el F, frente al Bayern Múnich (Alemania), el PSV Eindhoven (Holanda) y el Glasgow Rangers (Escocia), que ha eliminado al Parma, en otro de los grupos que se presentan más disputados.En caso de que la competición respete también los antecedentes, los equipos españoles, en cualquier caso, deberían felicitarse. El Madrid tendrá como compañeros de viaje a dos de los tres equipos con los que se midió hace dos años cuando ganó la séptima, el Oporto y el Olympiakos, mientras que el Rosenborg ha sido sustituido por el Molde, equipo que acaba de eliminar al Mallorca y que es igualmente noruego. También el Barça eliminó al Fiorentina y el Solna en la Recopa 97, que ganó en Rotterdam. Y el Valencia recuerda que hace tres temporadas derrotó al Bayern Múnich en la UEFA.

El paisaje futbolístico, sin embargo, ha experimentado un gran cambio en el último curso, y tanto el Valencia como el Barça tendrán adversarios delicados. Hay, además, en el caso azulgrana elementos añadidos que pueden resultarle complicados: enfrente tendrá a los ex madridistas Mijatovic (Fiorentina) y Suker (Arsenal); al igual que en las dos temporadas anteriores, deberá medirse de nuevo con un equipo inglés (tras jugar contra el Newcastle y el Manchester, ahora le ha tocado el Arsenal) y el calendario le es también hostil.

El grupo B y el F son los de más difícil pronóstico en una primera fase en la que se clasifican los dos primeros para la segunda liguilla (cuatro grupos de cuatro equipos), previa a los cuartos de final, mientras que el tercero disputará los dieciseisavos de la Copa de la UEFA y el cuarto queda eliminado.

Los problemas que se le aventuran al Bayern Múnich contrastan con el plácido camino que se adivina al Manchester United, favorito del grupo D, con el Marsella, ante el Croacia y el Sturm Graz.

De la misma manera, el Borussia Dortmund y el Feyenoord son favoritos en el C, frente al Rosenborg y el Boavista; el Madrid y el Oporto en el E, contra el Olympiakos y el Molde; el Spartak Moscú y el Girondins de Burdeos en el G, ante el Sparta de Praga y el Willem II; y el Milan y el Chelsea, en el H, con el Galatasaray y el Herta Berlín. Por el contrario, el Lazio de Roma competirá en un grupo, el A, con rivales también complicados, como el Bayer Leverkusen y el Dinamo de Kiev.

Tratándose de un sorteo dirigido, que respetó que dos equipos de un mismo país no pudieran enfrentarse, que tuvo en cuenta las audiencias televisivas a la hora de confeccionar el calendario y que repartió a los participantes en cuatro bombos de acuerdo con su coeficiente, el resultado fue especialmente malo para el Barça.

Los cabezas de serie quedaron agrupados en un primer bombo: Manchester United, Bayern Múnich, Lazio, Barça, Madrid, Spartak Moscú, Borussia Dortmund y Milan. En el segundo bombo figuraban los segundos mejores equipos: Marsella, Chelsea, Fiorentina, Burdeos, Oporto, Feyenoord, Bayer Leverkusen y PSV Eindhoven. En el tercero se agruparon: Valencia, Dinamo de Kiev, Arsenal, Olympiakos, Galatasaray, Sparta Praga, Croacia y Rosenborg. Y en el último estaban: Boavista, Solna, Sturm Graz, Willem II, Hertha Berlín, Molde, Glasgow Rangers y Maribor.

Un total de 32 equipos, de los que cuatro eran alemanes, el único país que clasificó a todos sus representantes. Los participantes se repartirán el 75% (unos 60.000 millones de pesetas) de los 80.000 millones que la UEFA aspira a recaudar. La principal novedad será que los clubes dispondrán de unos 27.000 millones que se distribuirán en función de su audiencia en el mercado televisivo. Las cantidades se negocian esta semana en Mónaco, sede hoy de la final de la Supercopa entre el Manchester United y el Lazio (20.45, TV-1) y del sorteo de la Copa de la UEFA.