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La gacela imbatible

Gebreselassie volvió a demostrar en la final de 10.000 su supremacía en las pruebas de fondo

Haile Gebreselassie es un hombre menudo, casi infantil. Apenas mide 1,60 metros y apenas sobrepasa los 50 kilos. No llega al tamaño de una gacela, pero tiene su ligereza para acelerar cuando lo necesita, como si le atacara alguna fiera en la selva. Y también cuenta con su enorme fondo para resistir largas distancias y buscar terrenos más tranquilos. Ayer, en la final de los 10.000 metros, se trataba de ir en un grupo donde los ataques sólo iban a venir al final. No necesitaba marcar un tren exagerado como cuando ha tenido que poner su récord del mundo al increíble tiempo de 26.22.75 minutos. Pero sí de estar atento para no dejarse sorprender al final. Y así lo hizo. Resistió y al final volvió a ser imparable. Su teórico rival más difícil, el keniano Paul Tergat, nada menos que quíntuple campeón del mundo de cross, tuvo que luchar a fondo, nunca mejor dicho, para evitar lo que hubiera sido una humillación antelos etíopes. En un sprint final angustioso, pudo ser segundo,por delante del mejor compatriota de Gebreselassie, Assefa Mezgebu.La carrera no fue rápida como corresponde a una final táctica, y no se empezó a mover hasta los cinco kilómetros. Gebreselassie se dio cuenta de que aquel ritmo era demasiado lento y que él ya va siendo mayor como para dejar todas las alegrías al último momento. Algún día día le pueden fallar y antes quiere irse para dedicarse al maratón.

Así las cosas, con el acelerón del rey implacable del fondo, la selección se hizo rápidamente a falta de dos kilómetros. Los únicos blancos qe resistieron fueron el portugués Antonio Pinto, impresionante plusmarquista europeo recientemente, y el español Enrique Molina, magnífico, aunque pronto empezó a descolgarse.

A falta de un kilómetro para el final de la prueba, Pinto, valentísimo, lanzó un ataque para endurecer más la prueba y porque sólo con un ataque largo podía tener alguna oportunidad de quitar a los africanos el podio. Pero los tres etíopes más Gebreselassie (que participa como campeón del mundo y da una plaza más como sucede así en cada prueba), y los kenianos Tergat , Maiyo y Chelule no sedespegaron. Gebreselassie, como cabía esperar, no esperó a la recta final y atacó de lejos para despegar al grupo que quedaba. En la desbandada tras él, Pinto ya quedó fuera del podio. Sólo pudo ser quinto, por detrás de otro etíope, Girma Tollo. Bastabte mérito tuvo con imponerse al tercer etíope, Habte Jifar, y a los dos restantes kenianos, Maiyo y Chelule. El español Molina, hundido al final, sólo acabó 14, pero mucho mejor que Chema Martínez, que se fue al decimooctavo, y Bruno Toledo, 25 y antepenúltimo.

El mundo del fondo seguía siendo de las altiplanicies africanas orientales. Atletas Etíopes en mayoría esta vez, y kenianos.

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