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RINCONES

Quo Cadix: sana convivencia

Mitad albergue, mitad hostal, Quo Cadix se aleja de los cánones de la ortodoxia hotelera. Sin llegar a la anarquía, el respeto al orden encuentra sus indicaciones en una convivencia sana, mutua y de descanso. Convertido en punto de encuentro de gentes venidas desde ambos hemisferios, es fácil ver a jóvenes y mayores de países de todo el mundo intercambiando experiencias y conocimientos. Esta instalación hotelera es tan peculiar como su dueño: Enrique Carbonell. Hermano mayor de Pablo Carbonell -el popular actor y presentador de televisión-, reconoce utilizar Quo Cadix como el cuartel general de Los Verdes, agrupación por la que se presentó como independiente a las últimas elecciones municipales. "Apoyamos desde aquí todo tipo de campañas que fomenten el respeto y cuidado a la naturaleza", asegura Carbonell, quien derrocha coherencia al aplicar descuentos del 10% en las tarifas a los clientes que lleguen en bicicleta. También las alquila a 1.000 pesetas al día. "Soy un gran detractor de los coches", confiesa convencido de unas creencias que hizo populares en su programa electoral. Ofrece menús vegetarianos -el único sitio en Cádiz- a precios asequibles (550 pesetas). Fomenta la convivencia y la comunicación con desayunos casi comunitarios en los que se comparte mesa y avituallamiento. Su identificación con el proyecto que abandera le ha convertido, pese a sus sanas excentricidades, en un hotelero de la vieja usanza. Se conoce a cada uno de sus huéspedes y predica con el ejemplo trabajando más que nadie. "Es la única forma de mantener un contacto directo con la gente", sostiene Enrique Carbonell, que contesta a las llamadas por teléfono y se encarga directamente de las peticiones de los visitantes, a quienes puede atender en cinco idiomas distintos -incluido el griego clásico-. La riqueza social de Quo Cadix es incuestionable. No sólo la nacionalidad es una circunstancia indiferente, sino la duración de la estancia o la popularidad/anonimato de los usuarios. Desde que abrió sus puertas hace sólo tres años, "la magia especial de este nuestro sitio" ha atraído a más de 9.000 personas y lo han convertido en un referente para el turismo gaditano. En su libro de visitantes ilustres aparece, cómo no, su hermano, la hija de un vicepresidente griego y famosos como la modelo gaditana Esther Arroyo. "Y algunos más que prefieren pasar desapercibidos", comenta con sorna y picardía. Con todo, le da "sólo para vivir" porque "pagamos una barbaridad de impuestos por módulos y tengo seis personas contratadas". En pleno barrio de La Viña, a tan sólo 200 metros de la genuina playa de La Caleta, este centro de tres plantas, 12 habitaciones, 50 camas, dos patios, 400 metros cuadrados y un salón -auténtico corazón del lugar- parece haber absorbido las señas de identidad de viñeros y caleteros -casi una estirpe gaditana-. Se ha convertido en escenario habitual, entre otras cosas, de encuentros de poesía; obras interactivas y espontáneas de teatro; lecturas colectivas y conciertos de rock. "Todo es posible", alardea en un cuasi pregón en el que enumera el abanico de ofertas que también prepara para sus clientes. Destacan, entre otras, las rutas de senderismo por los parajes protegidos de la provincia de Cádiz; excursiones a Marruecos; visitas a los esteros de la Bahía; y recorridos por las murallas y los castillos de la capital gaditana. Su humanitarismo ha quedado además muchas veces reflejada con la coorganización junto a la Junta de Andalucía de campos de trabajo para niños discapacitados. Toda esta oferta hace que casi siempre esté rozando el completo, aunque Carbonell contempla "asustado" el fenómeno creciente de la contaminación acústica. "Garantizamos la diversión y la cultura, pero no podemos asegurar el descanso por el ruido de los escapes de las motillos"; y se lamenta, a la vez que advierte, de las consecuencias que este fenómeno puede provocar en el turismo de Cádiz: "Hay mucha gente que se nos va ya por el ruido y eso favorece que los turistas se vayan y crezca el desempleo". Datos de interés Quo Cadix está en el número 1 de la calle Diego Arias. Los interesados pueden llamar al 956 22 19 39.

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